José Zorrilla y 'La Roja' se cuelan en el último acto del curso político

Sus señorías llegan con las fuerzas justas para acabar el actual período de sesiones. Un cansancio que se nota en los lapsus, en los olvidos o en alusiones un tanto prosaicas a literatos y héroes deportivos. José Bono, pese a sus problemas de índole doméstica -ya no luce alianza-, cumple con plucritud con sus obligaciones como presidente del Congreso. Y eso que llevamos quince días de plenos complicados, tanto por lo enrevesado de las votaciones como por lo intenso de las interpelaciones.

Lo que a buen seguro le pilló por sorpresa fue la manera en la que le respondió ayer José Luis Rodríguez Zapatero al darle uno de sus turnos de palabra: «Muchas gracias, señor presidente del Gobierno». Acertó en el cargo, pero erró en la institución. Bono, la historia dice que a su pesar, no habita en La Moncloa. La frase despertó murmullos en el hemiciclo. Más que ruido se oyó en las bancadas del PSOE y del PP durante la pregunta que Soraya Sáenz de Santamaría realizó a la vicepresidenta primera durante la sesión de control. En realidad, lo de menos fue el texto de la interpelación, que versaba sobre qué resumen hacía el Gobierno de la Presidencia de la UE.

Lo que encendió al ilustre graderío fueron las réplicas y las alusiones de ambas contendientes, cuyas batallas dialécticas son ya un clásico de lagislatura. La portavoz del PP tiró de don Juan Tenorio, la obra cumbre de José Zorrilla, para escenificar la soledad en la que, según los populares, se ha quedado Rodríguez Zapatero tras el periplo europeo. «...y en todas partes dejé memoria amarga de mí», concluía el verso que Sáenz de Santamaría dedicó al presidente del Gobierno.

La vicepresidenta primera contraatacó con un argumento inesperado: el presunto temor del PP a que La Roja ganase el Mundial de Sudáfrica y a que «un cierto optimismo» por la victoria de la selección española «beneficiara» al Ejecutivo. Un argumento dentro de la tesis que defendien el PSOE sobre el PP, al que le achaca la estrategia de «cuánto peor le vaya a España, mejor le irá a Rajoy electoralmente».

Tras el símil futbolíticos se armó el follón. «¡Pero qué dices!», «chorradas», «eso es una estupidez», se oyó en boca de varios parlamentarios populares. Bono templó gaitas y la número dos del Gobierno pudo acabar su intervención en la que, finalmente, aseguró que los españoles recordarán que, en los peores momentos de la crisis, «el PP dijo 'no' a las medidas de ajuste que había reclamado el propio Rajoy».

Ahora tocar reponer fuerzas para el próximo pleno que llegará en la segunda semana de septiembre y con los Presupuestos de 2011 como asunto estrella.