Telefónica acudirá al arbitraje del Tribunal de La Haya para disolver su alianza con PT

Telefónica se prepara para disolver la alianza que mantiene con Portugal Telecom tras el fracaso de la oferta realizada para hacerse con la compañía brasileña de telefonía móvil Vivo. Como primera medida ha contratado al despacho holandés De Braww Balckstone, el mismo que en su día diseñó el entendimiento de las dos operadoras para un periodo de 25 años, y le ha encargado una estrategia jurídica que podría arrancar con la interposición de una demanda ante el Tribunal de Arbitraje de La Haya para disolver Brasilcel, la sociedad compartida que es propietaria del 60% de la operadora de telefonía celular brasileña Vivo.

Los informes de los analistas han coincidido en su estimación de que el desenlace de la operación no favorece a ninguna de las dos compañías de telecomunicaciones, pero perjudica sobre todo a PT y a sus accionistas. En línea con esta estimación, las acciones de la compañía lusa sufrieron inicialmente el castigo del mercado y llegaron a caer hasta un 4% en el parqué lisboeta. Pero al final de la sesión estos títulos se limitaron a perder el 0,34% para cerrar a 8,02 euros, mientras el Banco Espirito Santo, que controla el 8% de la compañía, retrocedió el 0,68% y sus acciones se colocaron en 3,37 euros por título.

Para el banco de negocios Berstein, a los accionistas de PT se les abre un periodo de larga y desagradable espera, con la presión de los procesos legales y la falta de dividendos desde Vivo. Natixis, por su parte, apunta que Telefónica podría estar considerando, además de los recursos legales, otras opciones distintas, tales como la disolución de Brasilcel mediante la compra de las acciones de Vivo directamente en el mercado.