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Nuevo episodio negro en el fútbol brasileño, esta vez en el Flamengo

RIO DE JANEIRO. Actualizado: Guardar
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El club Flamengo envió ayer un telegrama de despido al portero Bruno Fernandes, quien lo recibirá hoy en la cárcel en la que permanece recluido como sospechoso de mandar a matar a una ex amante, según informó ayer la prensa local.

«Enviamos el telegrama al presidio por correo, porque no tenemos forma de despedirlo personalmente», explicó al diario 'Lance' el procurador general del Flamengo, Rafael Di Piro.

Bruno, de 25 años, portero y capitán del Flamengo, el club más popular del fútbol brasileño, está acusado de haber participado en el asesinato de Eliza Samudio, una joven con la que tuvo un breve romance y que quedó embarazada el año pasado. Samudio sostenía que Bruno era el padre de su hijo, que ahora tiene cuatro meses, y según afirma la policía, pretendía forzar al portero a someterse a un examen genético, a lo que él se negó.

Según denunciaron sus familiares, a inicios de junio pasado la mujer tuvo un encuentro con Bruno y desapareció.

Las investigaciones realizadas por la policía de Río de Janeiro, que aún no han concluido, indican que Samudio habría sido secuestrada por amigos y parientes del jugador y luego asesinada.

Desde el pasado 7 de julio, Bruno, su esposa, un primo del jugador y otras cuatro personas permanecen detenidas por su presunta participación en el crimen.