Clooney no viste de Clooney
El actor testifica en el juicio contra tres acusados de usurpar su nombre para bautizar su colección de ropa
Actualizado:Lo mismo se juega la vida con John Malkovich para recuperar su elegante máquina Nespresso, que se presta a que le den con la puerta en las narices para tomar y hacer tomar conciencia de que 'Sin Martini no hay fiesta'. Pero lo del esmoquin es otra cosa. Clooney no viste de Clooney. No. Su impecable estilo de dandy italiano sigue siendo mérito de Giorgio -Armani, para usted y para mí-. Él, George, sólo pone la percha. Que no es poco, habida cuenta de que es una de las figuras publicitarias más rentables del planeta. Quizá fue por eso por lo que los diseñadores italianos Vicenzo Cannarile, Vanja Goggi y Francesco Galdelli pensaron que bautizar su nueva colección con el apellido del actor haría subir sus ventas.
Y en ello estaban hasta que el Tribunal Penal de Milán abortó su estrategia de marketing y los mandó derechitos al frío banquillo de los acusados, donde su pretendida, y ahora frustrada, gallina de los huevos de oro los visitó ayer. Y es que, aunque pareciera tarde de 'première', ayer era día de juicio en Milán. Y Clooney acudía como testigo.
Con traje oscuro y camisa blanca -como predica Armani- y rodeado de una nutrida cohorte de guardaespaldas, policías y flashes, la estrella que más brilla en el firmamento hollywoodiense no pudo evitar poner la ciudad patas arriba. En la calle, le esperaba una multitud; dentro del tribunal, muchos funcionarios apiñados también en los pasillos. Pero el juicio, carente de «relevancia social», según su Señoría, no buscaba transformar la sala en set de rodaje. Cerrojazo a la Prensa.
Durante su comparecencia, que duró algo menos de dos horas, Clooney aseguró no haber firmado ninguno de los documentos incautados a los imputados, en los que, presuntamente, el actor ofrecía con su firma el consentimiento necesario para crear la marca con su nombre. «Nunca he sabido nada de esto», declaró antes de expresar su confianza en el sistema judicial italiano.
«He venido (al juicio) porque creo en el sistema de la Ley y porque la gente está usando mi nombre para sacar beneficio, no a mi costa sino a costa de otras personas», lamentó la estrella. Y ello haciendo uso de fotografías «falsas», según su testimonio, en las que aparece fumando y con prendas que «nunca he llevado puestas». Aun así, y siempre fiel a su distinguida retranca, Clooney no abandonó la sala hasta poder dirigir unas palabras a los acusados. «Habéis hecho un buen trabajo». ¿La mejor defensa? Un buen ataque. Aunque sea vestido de Armani.