MITAD A MITAD
Actualizado:Si descontamos a los españoles que se niegan a que hagan cuentas con ellos y no participan en las encuestas, resulta que se forman dos grandes grupos casi simétricos. Están los que rechazan el adelanto de las elecciones y los que demuestran un gran interés porque se hagan cuanto antes, lo que equivale a nunca. Las opiniones están muy divididas y el Debate sobre el estado de la Nación confirma que sólo cambian de criterio los que no lo tenían elaborado con anterioridad. Dicho de otro modo: no se puede convencer a quienes están convencidos. Lo que asombra es que formen dos grupos tan iguales. Plaza partida.
Hay que afinar mucho, además de creérselo todo, para aceptar que Zapatero ha ganado el debate entre los jóvenes, llamándole jóvenes a los que están ahora éntrelos 18 y los 44 años, y Rajoy ha triunfado entre los veteranos, considerando como tales a algunos viejos todavía en buen uso. El Debate deja las cosas como estaban, pero a las cosas no les gusta estarse quietas. Sólo los muebles, los álbumes y las Diputaciones se sienten a gusto si no los mueve nadie.
El empate teórico obliga a ocuparse de otras cosas y Zapatero se dispone a prohibir todos los anuncios de la prostitución, cosa siempre más fácil que suprimir ese oficio del que se dice que es el más antiguo del mundo. Quizá sea mucho decir, es probable que el hombre de la Edad de Piedra comerciara con algunas especialmente aptas para descalabrar a sus enemigos. Esa industria jamás ha atravesado crisis y en este momento nuestro pacífico país ha aumentado su venta de armas un 44% y las exportaciones de material bélico alcanzaron el año pasado los 1346 millones de euros. Tenemos unos clientes buenísimos, de esos que siempre tienen razón patriótica para exterminar a sus enemigos y no como las prostitutas, que lo que desean es que a sus eventuales amigos Dios les conserve la vida durante muchos años.