El Gobierno portugués mantiene su bloqueo a la oferta de Telefónica a PT
El gabinete de José Sócrates sigue en la línea de la 'acción de oro' y exige que la española cambie su oferta por Vivo
MADRID.Actualizado:El Gobierno portugués se cierra en banda, empeñado en torpedear el intento de compra por Telefónica del 30% de Vivo que controla Portugal Telecom. Ayer, y poco antes de que se reuniera el consejo de administración de PT para valorar 'in extremis' la oferta española de 7.150 millones, el ministro luso de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, dejó claras las cosas: «la posición del Ejecutivo es conocida; hizo un pronunciamiento en contra, por lo que si la oferta no es alterada, lo mantiene».
Las palabras de Silva llegaban horas antes de que expirara el plazo otorgado por Telefónica a PT, a medianoche del viernes. En un mensaje al órgano de gobierno de la teleco portuguesa, el ministro recordó que ese mismo consejo de administración estaba obligado a velar por «los intereses de los accionistas», entre los que se cuenta e Estado portugués.
Y lanzó un guante a César Alierta al recordar que Telefónica afirmó, después de ser vetada la operación por el Ejecutivo de José Sócrates mediante la denominada 'acción de oro', que estaba dispuesta a negociar. Se da la circunstancia de que, después, el Tribunal de Justicia Europeo declaró «ilegal» la acción de oro portuguesa. Con la sentencia en la mano, el gabinete de Sócrates se reafirmó en su postura y se limitó a señalar que trataría de armonizar su legislación con la europea sin renunciar nunca a sus intereses.
El problema es que Telefónica considera vital hacerse con el control de Vivo, pero no parece que exista una fórmula para contentar al Gobierno portugués. O, al menos, una salida práctica y 'decorosa' para ambas partes. No hay que olvidar que la semana pasada el 73,9% de los votos presentes en una asamblea de accionistas de Portugal Telecom votó a favor de la oferta española. Un 'sí' que quedó en nada por culpa del veto gubernamental.
La firma presidida por César Alierta tiene claro que la operación de Vivo ha de salir. El objetivo de la propuesta (que se inició en 5.700 millones de euros) era lograr el 50% que aún no controla de la sociedad holandesa Brasilcel, en manos de Portugal Telecom. Brasilcel es propietaria del 60% del capital de Vivo.
Los planes de Telefónica pasan por fusionar Vivo con su filial brasileña de telefonía fija, Telesp. Esa unión daría lugar a un gigante de las telecomunicaciones en uno de los países con mayor potencial de crecimiento del mundo, además de provocar unas sinergias millonarias y, no hay que olvidarlo, conformar un magnífico baluarte en la pelea por el mercado latino frente al magnate mexicano de las telecos Carlos Slim.
No más compras
El pasado 10 de junio, y a expensas de lo que sucediera con Vivo, César Alierta dio por concluidas las grandes operaciones corporativas en Europa y América Latina. En un acto en Nueva York, en el que recibía medalla de oro de la Americas Society, explicó que el sector de las telecomunicaciones avanza hacia un proceso «de consolidación» y que el elevado número de operadoras que hay en Europa «a largo plazo no tiene sentido».
Alierta manifestó su interés por elevar al 10% la participación de Telefónica en China Unicom (hoy del 8,4%) a finales de año y las alianzas operativas con otras compañías para compartir redes.