Literatura

Josefa Pérez Berrocal: «Imaginaba a los fareros, mayores, con barba y fumando en pipa»

El libro ‘Faros Andaluces. Viaje de Punta a Cabo’ de Josefa P. Berrocal fue presentado ayer en la Asociación de la prensa

Cádiz Actualizado: Guardar
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El amor por su tierra, la nostalgia y la curiosidad que caracteriza a toda buena profesional han llevado a Josefa Pérez Berrocal a embarcarse en un recorrido por la historia de los faros andaluces. Una expedición que revela los secretos y misterios que envuelven a estos manantiales de sabiduría y tradición.

Esta gaditana de pura raza se trasladó a Madrid en su juventud para estudiar Ciencias de la Información en la Complutense. En el año 92 decide volver a sus raíces. Desde entonces, trabaja en la Delegación gaditana de Canal Sur. A su profesión de periodista hay que añadir, en los últimos años, su faceta de escritora. En su currículo cuenta con otro libro de viajes, ‘Andalucía Mágica’, y con una novela de ficción, ‘Caso Leviatán’.

–Tras su experiencia, ¿en qué aspectos cree que ha evolucionado como escritora desde ‘Andalucía Mágica’?

–Pues he aprendido mucho más de lo bueno y de lo malo. Me he dado cuenta de mis errores anteriores. Ahora planifico y organizo mucho mejor que antes mis viajes. Siempre es un aprendizaje.

–¿Y cómo persona?

–Una intenta que una experiencia de este tipo le sirva para mejorar en cuestiones personales, porque conoces más a la gente. Todo esto te abre los ojos al mundo, y de cara a otras vivencias.

–¿ Cómo decide una escritora dedicar un libro a los faros de Andalucía?

–Bueno era una cosa que tenia pendiente. Tengo muchas temas que me gustaría abordar sobre aspectos de los que no se ha escrito. Conozco publicaciones técnicas sobre faros de España, y también, ensayos de las costas atlánticas. He intentado que no fuera sólo una obra técnica, sino que abarcara las zonas donde están ubicados los faros; las leyendas que los rodean ; su importancia a nivel histórico; si hubo invasiones de piratas. También hablo sobre la vida de los últimos fareros, que es una profesión en peligro de extinción. Me he asombrado de cosas que me eran desconocidas hasta ahora, como el hecho de que hasta hace poco existían zonas donde había lobos, o había focas monjes.

–¿Qué aspecto de la historia de los faros le ha resultado más llamativo?

–Pues que antes imaginaba a los fareros mayores, con barba, y fumando en pipa, y me he dado cuenta que nada más lejos de la realidad. Los fareros son personas muy cualificadas y muy técnicas que realizan multitud de tareas.

–Pese a que ahora están automatizados ¿deberían mantenerse en uso?

–Es necesario. Los faros que se abandonan al final terminan siendo víctimas del bandalismo. Un ejemplo es lo acontecido en Sancti Petri, donde iba la gente en barca, y se dedicaba a quemar el artesanado del siglo XVII.

–Uno de los faros que ha seleccionado como objeto de estudio es el de Trafalgar ¿en que situación se encuentra actualmente?

–Cuando yo lo visité estaban haciendo obras en las viviendas de los fareros, que están , por cierto, a punto de jubilarse. Cuando esto ocurra, quedará en manos de alguna subcontrata que se encargará de mantenerlo. No obstante, se encuentra en buenas condiciones, mucho mejor que otros que he visitado.

–¿ Qué uso cree que podría dársele?

–Podría tener desde un uso utillero, a un uso de protección civil; o bien, atendiendo a su historia, convertirlo en un centro de interpretación.