Destapan 11 casos de falsificación de datos en las matrículas del colegio La Barrosa
Las irregularidades se han localizado en las solicitudes de familias que han declarado su residencia habitual cerca del centro para conseguir más puntos
Actualizado:De momento se han puesto al descubierto sólo 11 casos, pero podrían ser muchos más. La Policía Local de Chiclana, después del requerimiento recibido en la delegación municipal de Educación por parte de la administración provincial de este área para que se investigara las posibles irregularidades, ha descubierto 11 casos de familias que habían ocultado o falsificado algún dato para matricular a sus hijos en el colegio de La Barrosa.
La historia se remonta al pasado mes de marzo, cuando un grupo de padres molestos con el orden de matrículas asignado a los solicitantes, denunciaron ante Inspección Educativa las presuntas irregularidades cometidas por familias para tener prioridad en la baremación que otorga las plazas en este centro a los escolares de nuevo acceso, es decir, niños de tres años.
Estos progenitores hablaban entonces de unos 40 casos sospechosos, de los que, de momento, se habrían demostrado estos 11. Y es que durante las últimas semanas, dos agentes de la Policía Local de la localidad han llevado a cabo pesquisas para averiguar si los domicilios familiares se correspondían efectivamente con la residencia declarada en los formularios de matrícula presentados en el centro La Barrosa.
Según han explicado a este medio fuentes del Ayuntamiento, en total se han investigado 24 casos sospechosos de fraude. Los agentes se han personado en los domicilios, han mantenido conversaciones con familiares y contrastado datos con vecinos del entorno de cada familia, al objeto de comprobar si las familias residían en otros domicilios distintos a los que se habían declarado oficialmente ante Educación.
Fruto de este trabajo de campo se ha tenido constancia de que hay dos solicitantes de plazas que habrían declarado que residían en una vivienda que sólo utilizaban como casa de veraneo. En estos casos se ha comprobado que, efectivamente, los padres disponen de otro inmueble donde residen habitualmente, y que se encuentra mucho más lejos del colegio; hay que recordar que, precisamente, la cercanía al centro educativo es uno de los baremos que mayor puntuación da a la hora de ordenar las solicitudes y otorgar las plazas.
De igual forma, otro solicitante, cuyo nombre no ha trascendido, ha sido descubierto después de acreditar su residencia en un inmueble que había vendido hace meses.
Otros seis solicitantes, con hijos matriculados o a punto de ser incluidos en las listas del curso próximo en el CEIP La Barrosa, no residían en los domicilios que habían declarado en sus correspondientes solicitudes, tal y como ha comprobado la Policía en su investigación.
Por último, la ristra de inexactitudes en las matrículas de muchos escolares a este centro llegan a una familia, que tiene alquilada la vivienda que habían declarado que habitaban con su hijo, y también salpican a otra unidad familiar más, que aseguraba residir en una vivienda que, en realidad, está vacía. Tras varias semanas recabando información, en total los agentes han sacado a la luz 11 casos de padres que han mentido en algún dato en sus declaraciones.
Al descubierto
Todos estos casos serán puestos de inmediato en conocimiento de Educación, que, presumiblemente, podría anular la matrícula de los pequeños y reorganizar el orden de plazas asignado hasta el momento para el curso escolar 2010-2011. Lo más probable es que sus solicitudes se pongan a la cola para obtener plaza en este colegio. Este cruce de datos sin precedentes en la localidad acaba de dejar al descubierto algunas de las estrategias más habituales en los centros educativos donde la demanda es superior a las plazas ofertadas.
Los padres que denunciaron la situación del colegio La Barrosa se congratulan de que Educación se haya puesto «a trabajar en serio» para destapar este tipo de engaños. Por su parte, desde el propio centro se reconoce su incapacidad para confirmar la veracidad de todos los datos que se aportan en las numerosas solicitudes de matrícula en sus instalaciones año tras año.