Zapatero se quita el traje de hombre ocurrente
El presidente apuntala, durante su alocución en el Congreso, la hoja de ruta de las reformas estructurales haciendo un llamamiento a la responsabilidad colectiva
MADRID Actualizado: GuardarNi una medida estrella, ni un anuncio de impacto. José Luis Rodríguez Zapatero no quería fuegos de artificio para su quinto Debate sobre el estado de la Nación. El presidente del Gobierno se ha convencido de que está obligado a ofrecer una imagen de solvencia y seriedad. Y en su intervención, ha procurado transfigurarse en hombre de Estado.
Lejos de ocurrencias, simplemente, ha apuntalado la hoja de ruta de las reformas estructurales –del mercado laboral, de las pensiones, del sistema financiero- haciendo un llamamiento a la responsabilidad colectiva. “Esta es una tarea de país, un reto de país, una ambición de país. Y como tal hemos de interiorizarla”, ha dicho al final de su intervención.
Para quien está en el Gobierno, ser previsible y, sobre todo, realista, es ahora un valor. Por eso Zapatero ha dejado atrás su habitual optimismo para dibujar un panorama de dificultades que requieren un esfuerzo conjunto y, por eso, ha puesto tanto empeño en marcar un camino y en prometer que no se separará más de él.
Ese camino tiene como una de sus guías principales el recorte del déficit. Y aquí el jefe del Ejecutivo ha advertido de que se pegará a ella de forma inflexible; lo que, en un futuro próximo, podría significar mayores recortes. “La convicción y determinación que tenemos al respecto son plenas. Corregiremos cualquier desviación que se produzca respecto de los objetivos de consolidación fiscal fijados en cuanto el riesgo sea detectado”, ha advertido.
Compromiso a desarrollar el Estatut
Zapatero tampoco ha podido abstraerse del la situación de crispación que se vive en Cataluña a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Su necesidad de apaciguar los ánimos y evitar la confrontación con las formaciones catalanas –ahora que su partido está más solo que nunca- le ha llevado a dedicar buena parte del arranque de su discurso a este asunto.
Así, ha prometido que seguirá contribuyendo al “desarrollo y aplicación” del Estatuto y ha prometido que evaluará “la posibilidad de que algunos de los aspectos que han sido declarados inconstitucionales, no por razones de fondo –ha aclarado- sino del tipo de norma apto para regularlos, puedan ser abordados, como indica el propio Tribunal, por el cauce constitucionalmente procedente” y en diálogo con la Generalitat.