Cacerolada y amenazas de expedientes
Actualizado: GuardarAyer también hubo ruido de cacerolas, las mismas que hoy volverán a golpear los empleados municipales a las 10 de la mañana. Y es que los trabajadores que secundan cada día las protestas ante las puertas del Ayuntamiento se trajeron de casa las ollas para pedir al ejecutivo que pague lo que queda de la nómina «para poder llenarlas y dar de comer a las familias». Después de que Pilar Sánchez dijera que no hay nada garantizado hasta la próxima semana los ánimos se han caldeado más. También en el SIP, cuyo representante aseguraba que algunos de los agentes que participan en las movilizaciones -con camisetas con frases como «Juan Carlos traidor»- han sido amenazados con expedientes disciplinarios.