Mariano Rajoy espera que el duelo parlamentario sea su consagración definitiva como alternativa al Gobierno socialista. :: EFE
ESPAÑA

Y un líder opositor que «clama» por un cambio político

Incidirá en que el principal problema de España «es Zapatero» porque es incapaz de sacar al país de la crisis

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Cuarenta minutos para reinventar el '¡váyase, señor González!'. Este es el tiempo del que dispondrá hoy Mariano Rajoy en el Debate del estado de la Nación para demandar a José Luis Rodríguez Zapatero que explique si cuenta con un plan de gobierno «creíble y solvente» para sacar a España de la crisis. Si no hay respuesta, Rajoy recitará a Zapatero «las cosas que cualquier español le diría si tuviera la oportunidad», según explicaron fuentes de la dirección del PP. La principal, que el país «clama» por un cambio político, es decir, que Rajoy seguirá el camino que trazó en su día José María Aznar contra Felipe González, pero sin latiguillos.

Las encuestas publicadas en los últimos meses, que inclinan la balanza de intención del voto a favor del PP y en detrimento del PSOE, serán una de sus armaduras. La moción de censura queda descartada. «Nada de brindis al sol ni alimentar frustraciones», recalcan los colaboradores de Rajoy.

En la dirección del PP lo tienen claro: el que se examina es Zapatero, no Rajoy. A su juicio, debe ser el líder del Ejecutivo socialista quien detalle las medidas que piensa aplicar para enderezar el rumbo. Su jefe de filas, dicen en e l PP, tiene la obligación constitucional de exigir al presidente que rinda cuentas de sus incumplimientos de legislatura, pero no está sometido al imperativo de exponer sus propuestas.

El dirigente popular dedicará el tiempo justo a cómo ha llegado el país a la actual coyuntura económica-social, entre otras cuestiones porque los españoles conviven a diario con la crisis. En el PP también han ponderado el efecto placebo que ha supuesto el triunfo de la selección española en el Mundial de Sudáfrica para evitar abusar del 'negro' en la descripción del presente y, sobre todo, del futuro del país.

Rajoy, en síntesis, quiere reforzar en el debate la imagen de alternativa real, de dirigente "serio, que no hace frivolidades y que no miente a los españoles".

Cuarteles de verano

Para ello, el jefe del principal partido de la oposición lleva varias semanas trabajando en su discurso «contundente». Un trabajo que, según recalcan fuentes del PP, realiza Rajoy en persona. Nada de asesores externos, sólo la estrecha colaboración de su grupo parlamentario que proporciona todos los datos estadísticos necesarios para enriquecer su alocución.

El líder del PP lleva varios días retirado en sus cuarteles de verano, afinando las palabras que le den, por primera vez, una victoria rotunda sobre Zapatero en este tipo de 'cara a cara'.

En la víspera sí hablaron otros dirigentes populares. Soraya Sáenz Santamaría explicó que el PP enviará un claro mensaje: hay otra manera de hacer las cosas, otro proyecto político desde la credibilidad y desde la experiencia y que el cambio en este país «va a empezar por algo que no tiene Zapatero, que es generar confianza y certidumbre en la ciudadanía».

El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, incidió en que la cita de hoy se presenta como una «nueva sesión de investidura» porque el presidente del Gobierno «ha acabado renunciando a sus valores, a sus principios y a su programa, se ha vaciado ideológicamente».