Carta de Reyes Magos para Chávez
Los representantes sindicales ya han tenido reuniones en Madrid para trazar esa solicitud de prórroga a través de una «gran asamblea» Su embajador invita a los trabajadores de Navantia a pedirle más encargos
PUERTO REAL. Actualizado: GuardarTras el protocolo llegó la noticia. El embajador de Venezuela en España, Julián Isaías Rodríguez invitó ayer a los trabajadores de Navantia a que celebren una «gran asamblea» en la que aborden la problemática de la cada vez más cercana extinción de encargos de la república bolivariana, cita de la que debería salir un «llamado», en palabras de Rodríguez, al presidente Hugo Chávez, para estudiar la posibilidad de «dar continuidad» a la cartera actual de pedidos. Aunque estos detalles no translucieron hasta las postrimerías del bautismo del patrullero oceánico de vigilancia 'Kariña', al mediodía de ayer en las instalaciones de Navantia en Puerto Real, el embajador venezolano certificaba la existencia de unas «conversaciones» con los trabajadores que se vendrían produciendo «desde hace tiempo».
En dichos encuentros mantenidos en Madrid, en los que se confirma que han participado miembros del comité de Navantia, representantes sindicales de rango nacional y el propio alcalde puertorrealeño, José Antonio Barroso, se habría puesto sobre la mesa la posibilidad de «dar una prórroga al contrato», según asumía Rodríguez.
La misión diplomática venezolana habría trasladado en esa toma de contacto la buena disposición por parte de su país para dar este paso, algo que defenderían, explica el embajador, «como una forma de ayudar a luchar contra los problemas del paro» que aquejan a la zona de la Bahía de Cádiz.
A lo largo de la ceremonia previa, ya Julián Isaías Rodríguez fue de los pocos que trascendió el tono de discurso, para aportar guiones sobre lo que luego anunciaría. Tras hablar de que el bautizo era «una forma de decir que se están empezando a entregar» los barcos, también lo valoró como una muestra «de los próximos compromisos que se pueden contraer con España».
No se sabe si la intrahistoria de dicho mensaje era desconocida por el director de Navantia San Fernando-Puerto Real, Fernando Miguélez, quien habló del «final de una etapa de estrecha colaboración», aunque a pesar de los aires de despedida, auguró que ésta «sin duda tendrá fruto en un futuro cercano con nuevas vías de colaboración».
Por lo pronto, el vínculo entre ambos países quedará sellado para siempre con el hermanamiento entre las ciudades de Puerto Real y Puerto Cabello, unidas por su orientación hacia la construcción naval desde el ya lejano siglo XVIII.