ANDALUCÍA

El jurado declara inocente al joven acusado de matar a su padre en Año Nuevo en Sevilla

JAÉN. Actualizado: Guardar
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El jurado popular ha declarado inocente por unanimidad este martes al joven, identificado como A.D.P., acusado de matar a su padre en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra durante la madrugada de Año Nuevo de 2008, unos hechos por los que la Fiscalía solicitaba ocho años de prisión para el encartado.

Según informó el abogado de la defensa, Manuel Salinero, el jurado popular hizo público en la tarde de ayer su veredicto, en el cual ha considerado por unanimidad y de forma completa tanto la eximente de legítima defensa como la de miedo insuperable esgrimidas por la defensa.

El fiscal sostenía que no podía hablarse de legítima defensa completa para justificar la actuación del imputado, por considerar que no se había dado uno de los tres factores que tienen que concurrir para que esta eximente pueda darse de forma completa, como es la proporcionalidad de la actuación del procesado respecto a la lesión a la que éste estaba siendo sometido, ya que, cuando éste le asestó las puñaladas en el pecho a su padre, aquél «se encontraba boca arriba, con la mano izquierda herida y con cortes en la cara».

Del mismo modo, el representante del Ministerio Público tampoco admitió durante la celebración de la vista oral en la Audiencia Provincial de Sevilla la eximente de miedo insuperable, por entender que ésta no podía darse al estar el acusado «acostumbrado a convivir con las armas».

Durante el juicio, el acusado reconoció los hechos pero alegó que lo hizo en legítima defensa, ya que su progenitor le quería clavar un cuchillo y le había amenazado de muerte tanto a él como al resto de la familia. Además, relató que su padre sufría una psicosis bipolar que le hacía estar unas veces «más deprimido» y otras «más excitado», precisando que, desde el verano anterior al fatal suceso, únicamente se tomaba la medicación por la mañana y no por la noche.

De igual modo, el encartado ya indicó que, desde el mismo verano en que abandonó parcialmente la medicación, su padre comenzó a sacarse «todas las licencias de armas» existentes y a comprarse distintas armas -«que les daba la Guardia Civil»-, tales como tres escopetas de caza, un revólver, una pistola de aire comprimido e incluso una lanza, añadiendo que, con anterioridad al día de los hechos, protagonizó «muchos» altercados debido al trastorno bipolar que sufría y a la falta de medicación.

«Mi padre cambiaba de ánimo súbitamente, todo lo cual había creado una situación tensa y angustiosa en la familia», según prosiguió el acusado, quien pasó a referirse a los hechos desencadenados la noche de autos, el 31 de diciembre de 2007, cuando él, sus padres, su hermana y su novia se encontraban en el domicilio familiar.