Los sondeos reflejan una alarmante pérdida de popularidad del presidente

La tasa de popularidad de Nicolas Sarkozy cae en picado. Ahora empujada por el escándalo en torno a la presunta financiación ilegal de su partido. Según un sondeo publicado ayer por el rotativo 'Nouvel Observateur', sólo uno de cada tres franceses le ven con buenos ojos y más de la mitad desconfía también de su ministro de Trabajo, Eric Woerth, principal foco de polémica. La encuesta realizada por las empresa demoscópica LH2, sólo el 33% de la población tiene opinión «positiva» del presidente, cuatro puntos menos que el mes pasado. Por contra, su primer ministro, François Fillon, se mantiene estable y cuenta con el respaldo del 47% de los consultados.

Por otra parte, el 57% de los galos dice no confiar en Woerth cuando éste niega las acusaciones presentadas contra él en el 'caso L'Oréal'. De hecho, entre ellos, el 34% dice «no confiar para nada» en el titular de la cartera de Trabajo.

Así las cosas, el 55% de los consultados expresa su deseo de que Sarkozy reaccione de forma significativa ante este escándalo. El 26% desea que el mandatario remodele en profundidad su Gabinete, mientras que el 19% quiere que pida a Woerth que dimita y el 10% reclama al ministro que deje su puesto de tesorero del partido gobernante UMP, pero siga al frente de su ministerio.

La semana pasada una página web publicó unas polémicas declaraciones de Claire Thibout, la ex contable de la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt, heredera del emporio L'Oréal, en las que afirmaba que en nombre de la multimillonaria y de su difunto marido había retirado de una cuenta bancaria dinero en efectivo destinado a políticos conservadores, incluidos Sarkozy y Woerth, aunque después se retractó parcialmente. El Elíseo y varios altos cargos del Gobierno y de la UMP han cerrado filas y desmentido toda la acusación.