Las lágrimas de los campeones

Sus primeras lágrimas brotaron cuando Andrés Iniesta bombardeó la portería holandesa, cuando España ya acariciaba el triunfo. Entonces, Iker Casillas empezó a llorar. Mezcla de rabia, por los momentos difíciles que ha atrevesado, por las críticas recibidas, y de alegría por el título. Y el portero del Real Madrid estalló al señalar el árbitro el final del encuentro. Le siguieron varios compañeros; Capdevila, en el suelo, también Xabi Alonso... Eran las lágrimas de los campeones, de unos futbolistas que ya están en la historia.