DE MAL EN PEOR

El club de Antonio Muñoz Vera (AMV CF), lo que antes conocíamos como Cádiz CF, ha comenzado su andadura en Segunda División B con la presentación en familia del hombre ¿encargado? de recuperar la categoría perdida. El leve atisbo de esperanza con el regreso al club de Roberto Suárez se ha tornado en decepción en apenas unas horas. Con todos mis respetos, al señor Hristo Vidakovic, hasta hace días técnico del Écija, le ha tocado la primitiva porque -viendo que David Vidal y Jose González no están capacitados para sentarse en el banquillo al ir muy sobrados en sus pretensiones económicas y tener un carácter que choca con el del amo y señor- se ha apostado por la solución mala, bonita y barata; que no está el bolsillo para muchas frivolidades después de acogerse a un concurso de acreedores. El experimento serbio ofrece la misma confianza que el que protagonizó Oli: ninguna. Pero me da la impresión de que para qué esperar más a poner las cartas sobre la mesa y en ese aspecto nada que objetar a las primeras operaciones que se están realizando en el seno del AMV CF. Si el centenario y el Trofeo Carranza han pasado a un segundo plano por las actuales circunstancias económicas, comprendan ustedes que estos señores no van a tirar la casa por la ventana para contratar a un técnico con solvencia y contrastada calidad. ¡Ufffff! cuando se acabe el Mundial de Fútbol (hoy) la que le espera al cadismo nada más cambiarse la roja por la amarilla y ver que todo va a peor. A uno le sigue costando entender cómo una marioneta del tamaño de Javier Moyano se sigue dejando menear sus hilos por un buen puñado de euros y cuánta tendrá que ser la deuda para que no haya aparecido todavía un tonto que pique en el anzuelo para salvar así a un club que ya ni presume de ser casi centenario.