Furor por el 'merchandising'
Carrefour dispone de unas provisiones para este fin de semana que triplican el suministro de un domingo normal
JEREZ.Actualizado:«Tenemos banderas, gorras, camisetas tanto oficiales de la Federación como otras simplemente con los colores nacionales, de todo tipo». Salvo en las grandes superficies, la conjunción de colores rojo y gualda desaparece rápido de las tiendas estos días con motivo del Mundial. Pero los centros comerciales de la ciudad parecen haber confiado desde un principio en el papel que jugaría en la competición de Sudáfrica la selección española, como demuestra el hecho de que en supermercados como Carrefour Jerez Sur ya estén aprovisionados «de manera suficiente», según su director, Francisco Javier Pausa. «A medida que España ha ido aumentando la clasificación, la gente ha aumentado también su ilusión y eso se traduce en ganas de celebrarlo».
Caso distinto es el de las tiendas del centro. Preguntando, uno puede seguir el rastro de la hilera de banderas españolas que penden de negocios, bares y restaurantes hasta llegar a parar a algún sitio en el que «antes las vendían, pero ya están agotadas». Hacerse con el pañuelo rojigualdo se ha vuelto tarea harto difícil si uno no quiere salir del casco histórico. Parte de la culpa la tiene el éxito de la selección, que ha lanzado a los jerezanos a las tiendas, pero también quizá la relativa confianza de los pequeños comerciantes hacia nuestros jugadores ha repercutido en una visible falta de previsión. Lástima: algunos se estaban haciendo de oro.
Desde la frutería de la calle Corredera lo señalan: «Un poco más abajo, en el Sakitos». La insignia nacional que cuelga de su toldo fue adquirida, según la tendera, allí mismo «¡por sólo 2 euros!». Pero efectivamente, como comentan los compradores de fruta, están agotadas. En la joyería de enfrente también dan fe de ello.
«La gente venía mucho a por ella porque aquí estaba más barata que en los chinos, que está a 3 euros». Patricia Iglesias, una de las dependientas de Sakitos, asegura que se habrán vendido «unas 100, mínimo» desde que empezó el Mundial. Y el proveedor no da para más. «Ya no creo que las traigan. Por eso hemos traído pulseras», un artículo del que venden «unas diez al día», cada una a 1 euro.
Diez, más o menos, es la cifra en la que coincide al señalar el dependiente de Hao Hao Bazar, en la calle Larga, que vendían también al día, pero de banderas con un extraño y esquelético toro que se quiere parecer al de Osborne y no puede. Ahora tampoco tienen, aunque para él «no son muchas». «Compraré más», se disculpa.
«Los chinos lo tiran todo de precio». Ésa es la causa que encuentra Manolo Díaz, regente de La Vinatería, en la calle Larga, para la escasez de ventas de 'merchandising' español en su local. «Aquí no ha venido mucha gente a por banderas», unas piezas que vende por 5 euros, y esta vez sí, con el auténtico toro impreso. «Habré vendido cinco o seis en todo este tiempo». De todas formas, al propietario de esta tienda de vinos y souvenirs no le preocupa en demasía. «No estaba mucho por la labor, porque yo me dedico a otra cosa».
Al mercado de procedencia asiática y magrebí le ha salido también un competidor desde el escaparate sin cristal que es el suelo. Jóvenes africanos regatean estos días no sólo en el Mundial, sino también por el adoquinado de la calle Larga. «El otro día las vendíais a 3 euros», discutía una señora con uno de ellos, acompañada de sus niños. Pero la revalorizada bandera de España vale ya 5 euros hasta en la vía pública. El resto del catálogo, que a pesar de las abundantes existencias se prevé que dure poco en la manta, se completa con banderines a 2 euros, dados de peluche para colgar del retrovisor al mismo precio y pulseras a 1 euro. Todo con los colores del emblema patrio.
De haberlo sabido, a Souvenirs y Prensa Arriaza, en la plaza del Arenal, igual sí le hubiera interesado tener camisetas de adulto de España. «Pero sólo quedan de niño», confiesa Juan Carlos, empleado en esta tienda de carácter familiar. «Las de adulto se agotaron antes de que empezara el Mundial». Sin embargo, todavía le quedan banderas pequeñas que, por 3 euros, «incluyen hasta el palo». Y, bingo: también banderas grandes. Algo más caras, por 10 euros, «pero éstas son más grandes que las de los chinos». Por el mismo precio, también bufandas, «pero con la calor...». Al menos, esperemos que la selección gane y que las tiendas de la ciudad se lucren. «No sólo por eso», añade Juan Carlos, «sino ya por la ilusión».
Cerveza y patatas fritas
No sólo de accesorios vive el aficionado. Para la Final se hace requisito indispensable, siempre que se vea en casa, acompañarse de todo tipo de víveres y viandas, aderezadas con su correspondiente refresco, cerveza, vino o licor. «Todas las marcas preveían un significativo aumento con motivo del Mundial, y ahora disponemos de provisiones hasta para que se multipliquen por tres las ventas, que ya están siendo altas», tranquiliza el gerente del Carrefour Sur.
Para los que todavía quieran beber cerveza en honor a los derrotados alemanes, no hay de qué preocuparse. «Hay suficiente stock».