Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, atiende a la prensa durante su reciente visita a La Habana. :: REUTERS
ESPAÑA

La gestión de Moratinos en Cuba se cierra con el fin del ayuno de FariñasEl PSOE destaca que el régimen de Castro va por «buen camino»

La prensa oficial informa de la liberación de los 52 presos políticos sin tildarlos de contrarrevolucionarios o vendidos a EE UU

MILAGROS L. GUEREÑO
LA HABANA.Actualizado:

La visita del ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, a Cuba ha salido redonda. Ayer los diarios 'Granma' y 'Juventud Rebelde' reconocían implícitamente la existencia de oposición al régimen con la publicación de una nota del arzobispado que anunciaba las excarcelaciones y traslados de los 52 presos del Grupo de los 75 aún privados de libertad, al tiempo que la Iglesia católica concretaba los nombres de los cinco presos que próximamente podrían viajar a España -José Luis García Paneque, condenado a 24 años; Lester González Pentón, a 20; Antonio Villarreal Acosta, a 15; Luis Milán Fernández, a 13; y Pablo Pacheco Avila, a 20- y de los seis que serán trasladados a centro penitenciarios de sus provincias, cercanos a sus hogares, a la espera de que próximamente recuperen la libertad.

La fructífera jornada se cerró con el anuncio del periodista independiente Guillermo Fariñas de que abandonaba la huelga de hambre y sed que mantenía desde hace 135 días para exigir la excarcelación de veintiséis presos de conciencia que se encuentran enfermos.

El acuerdo reciente entre el régimen y la Iglesia ha inducido a Fariñas a concluir el ayuno que ha puesto su vida en peligro a causa de un trombo en la yugular. Su muerte hubiera supuesto una nueva ola de censura externa. Ahora, si el ex militar y periodista independiente comienza a alimentarse, ya nadie podrá responsabilizar al Gobierno.

No es la primera vez que el Gobierno castrista libera presos políticos y los entrega a personalidades de otros países. Pero ahora se da un cambio sutil, incipiente pero importante. Los principales diarios de la isla, todos oficiales, se hicieron eco de las noticias, incluida la próxima liberación de los 52 presos detenidos en marzo del 2003.

Una postura inédita. Incluso, a diferencia de otras ocasiones, esta vez no ha habido comentarios sobre su filiación contrarrevolucionaria ni su dependencia del dinero estadounidense.

Pero al lado de la fotografía del encuentro mantenido por Raúl Castro y Moratinos, una nota informativa enviaba otro mensaje subliminal a tener en cuenta. El Ministerio del Interior informaba de la entrega a Cuba del salvadoreño Francisco Antonio Chávez Abarca, detenido el 1 de julio en el aeropuerto de Caracas con identidad falsa y reclamado por la Justicia de La Habana por «mercenario» y autor junto a otros «de la cadena de atentados ocurridos en hoteles de la capital y Varadero en 1997, cumpliendo órdenes del terrorista Luis Posada Carriles». La nota parece decir: Cuba no perdona a terroristas, ni se olvida de que Posada Carriles se pasea tranquilamente por Miami aunque La Habana y Caracas piden su extradición. Un mensaje para Estados Unidos y también para la Unión Europea que aplican distintos tipos de varas de medir.

De todas formas, estas disposiciones de Raúl Castro dan cuenta de su pragmatismo en un momento especialmente crítico. La inversión europea o el comercio con estadounidenses favorecerán la economía, hundida por falta de liquidez, precios elevados, descontento por la lentitud a la hora de aplicar cambios, salarios muy bajos, controles más exhaustivos que dificultan las soluciones, mayores controles y aumento de trabajo.

Fuentes consultadas consideran que el general y presidente es partidario de la apertura económica, pero fuerzas internas del mismo aparato frenan sus intentos en ese sentido argumentando que son cesiones a la injerencia extranjera. De todas formas, la medida también responde a los gestos de Barack Obama para suavizar algunas disposiciones en las relaciones entre cubanos y estadounidenses.

Con la progresiva liberación de los 52 presos del Grupo de los 75 que aún seguían en prisión -Amnistía Internacional reconoce 53 presos de conciencia y la oposición interna aumenta la cifra a 167, la más baja en años-, «ya no hay razón», según Moratinos, para que la UE se oponga a levantar la 'posición común' que vincula la cooperación al respeto de los derechos humanos.

La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, afirmó ayer que el Gobierno cubano está dando pasos en el «buen camino» y subrayó que el anuncio sobre una próxima liberación de 52 presos políticos «demuestra de forma visible» que el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, «tenía razón».

En declaraciones a Europa Press, Valenciano pidió «confiar en la voluntad de reforma» y de «avanzar» en el respeto a los derechos humanos del Gobierno cubano, al tiempo que apostó por que se siga apoyando la labor de mediación que ha entablado la Iglesia cubana con el régimen castrista. «Éste es el buen camino. Tenía mucho sentido apostar por el diálogo», remarcó, tras recordar que el Ejecutivo español «sabía que (ésta) era la única manera» de lograr resultados, «a pesar de todas las críticas» que recibió por ello.