Pulpo a 'La Roja'
Paul, un cefalópodo germano, vaticina que España ganará hoy a Alemani en el encuentro de semifinales
Actualizado: GuardarMuchos se han erigido en protagonistas del Mundial de Sudáfrica 2010. Carbonero y Casillas porque su romance saltaba de las páginas rosas al campo de juego, las vuvuzelas por su estruendo ensordecedor, Maradona gracias a su despiadada lengua, 'Jabulani' -el balón oficial- por su impredecible trayectoria, Villa por la calidad de sus goles y el pulpo Paul por acertar en las quinielas. Sí, por increíble que parezca, un cefalópodo, un animal irracional, es capaz de vaticinar qué equipo saldrá victorioso en cada encuentro de la selección del país que le vio nacer, Alemania. Y ahora, se inclina por el conjunto español para el arduo choque de semifinales de esta noche.
Las dotes adivinatorias de Paul vienen de lejos. El pulpo posee la capacidad de leer el futuro futbolístico desde hace años. Quizá desde que nació, pero nadie supo de sus aptitudes hasta que a un visionario del acuario 'Sea Life' de Oberhausen, al oeste del país teutón, se le ocurrió probar las capacidades de sus animalitos allá por 2008 con motivo de la Eurocopa. Pero no se inquieten, Paul no sabe hablar ni escribir; lo que realmente le tira a este pequeño cefalópodo a apostar son las ostras, un delicioso manjar. El mecanismo es sencillo: los responsables colocan en su 'hogar' dos urnas con las banderas de los contrincantes, y en su interior, sendos moluscos. Lo único que tiene que hacer Paul, de poco más de dos años de vida, es elegir cuál le gusta más y, casualmente, en todas las ocasiones escoge al equipo visitante. Y acierta.
Eso sí, Paul hace gala de su patriotismo y siempre se inclina por los colores de su país. Apostó por Alemania ante Ganha, Australia, Inglaterra y Argentina, pero no le quedó más remedio que cambiar ante Serbia en la fase de grupos, cuando pronosticó que su selección perdería. Y perdió.
Casualidad, hambre, poderes... Lo cierto es que la fama de Paul se ha hecho tan mundial como la competición, pero en su currículum profético cuenta con una mancha. En la Eurocopa cumplió las expectativas y atinó en todos los partidos menos en uno, cuyas protagonistas son los mismos que se miden esta noche, Alemania y España. En aquella mágica final para el conjunto que entonces lideraba Aragonés, Paul se puso del lado de los teutones y Fernando Torres echó por tierra la visión del pitoniso marino.
Sin embargo, el pulpo se ha convertido en un verdadero oráculo y cuenta con una legión de seguidores, página 'web' propia, detractores y hasta replicantes, como todo fenómeno que se precie. Tanto es así, que muchos afectados por sus pronósticos piden en Facebook que se haga una paella con sus tentáculos.