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El presidente del PP, Mariano Rajoy, con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, ayer, en la Junta Directiva del partido. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy sólo apoyará al Gobierno si asume el plan económico del PP

Declina presentar una moción de censura en el próximo Debate del estado de la Nación ante la falta de apoyos parlamentarios

ANTONIO MONTILLA
MADRID.Actualizado:

Por primera vez desde 2005, Mariano Rajoy acude al Debate del estado de la Nación con la presión añadida de tener más que perder que ganar. Se enfrenta a un José Luis Rodríguez Zapatero hundido en las encuestas y encomendado a la geometría variable para poder aprobar los Presupuestos Generales de 2011, una baza que le permitiría, cuando menos, agotar la legislatura.

Rajoy, y esta puede ser una de las claves de la contienda parlamentaria que se celebrará los días 14 y 15, debe demostrar de forma concluyente que está preparado para gobernar y que tiene, en contra del argumento de sus rivales, un proyecto fiable para sacar a España de la crisis.

El líder del PP compartió ayer con la dirección nacional de su partido -hacía casi dos meses que no se reunía la cúpula popular- las líneas maestras de su intervención, que estará exenta de cualquier floritura. Ni moción de censura ni pactos contrarios a la alternativa económica del PP que insuflen oxígeno al Ejecutivo socialista.

Uno de los vértices de su mensaje lo empleará en reiterar su convicción de que el principal problema de la economía española «es el presidente del Gobierno, que genera una enorme desconfianza dentro y fuera de España». Abundó que con los socialistas al frente del país «no vamos a volver a una etapa de crecimiento económico y crecimiento de empleo, sino todo lo contrario».

Rajoy acentuó ante su equipo que la actual composición del Congreso no deja margen a una posible caída de Zapatero. Por ello, la principal misión de la formación debe ser «explicar alternativa del PP» a los ciudadanos y, de paso, cercenar «uno de los mantras del PSOE», el de que los populares ni tienen ni explican adecuadamente sus propuestas, ciñendo su oposición «a decir permanentemente que no».

Rajoy fue claro: sólo apoyará al Gobierno «si es razonable». De momento, el jefe del principal partido de la oposición cree que Zapatero incumple esta premisa en lo referente al techo de gasto para 2011, por lo que votará en contra en el Congreso, y en la reforma laboral, que enmendará «en su práctica totalidad». En el 'debe' de la norma sitúa su aprobación, «con más de dos años de retraso y sin el apoyo de los sindicatos y empresarios». Además, enfatizó, que "introduce una regulación confusa que va a provocar una excesiva conflictividad laboral y no va a crear puestos de trabajo".

El máximo dirigente del PP incidió en que el Estado debe menguar más el gasto público mediante la reducción de la estructura de la Administración Pública. Espetó, asimismo, que está a la espera de conocer la respuesta del Gobierno a su iniciativa para acometer la reestructuración de las cajas de ahorro. El diagnóstico del jefe del principal partido de la oposición también incluye un relato de los «errores» que ha cometido Rodríguez Zapatero. Le achacó una primera legislatura «en la que no hizo nada» y una segunda donde comenzó «negando la crisis» y, cuando ya se hizo evidente, se incrementó «de manera brutal» el déficit.

Candidatos

Mariano Rajoy, igualmente, quiso templar el ánimo de algunos presidentes autonómicos y aspirantes a candidatos en los comicios de 2011. De momento, ni Francisco Camps ha sido designado de manera oficial para repetir en Valencia ni Francisco Álvarez Cascos para intentar la aventura asturiana. Ni ellos dos, ni ningún otro.

El líder del PP dejó claro que, de momento, no hay fijado ningún calendario para proclamar a los candidatos. El nombre de los elegidos se dará a conocer en el momento exacto en que interese al PP. «No conozco criterio mejor», zanjó. Esto no supone impedimento para que hoy se desplace hasta Toledo para apoyar, una vez más, a la «mejor candidata para Castilla-La Mancha», María Dolores de Cospedal.

También en clave interna, encontró un hueco para mostrar «todo su apoyo y respaldo» a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ante su espinosa posición sobre la huelga que mantienen los maquinistas del Metro de Madrid. Con la aludida presente en la reunión celebrada en la sede de calle Génova dijo: «Quiero que sepas Esperanza que esa es una huelga injusta».