Ciudadanos

Guerra a los mosquitos

Las fumigaciones son ahora la única medida efectiva tras las lluvias del mes de junio que propiciaron la recría de estos insectos Las diputaciones de Cádiz y Huelva renuevan fuerzas para combatir la plaga

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las diputaciones de Cádiz y Huelva siguen batallando contra una plaga de mosquitos que vuelve años tras año. «No podemos matar los mosquitos a cañonazos» se lamentaba ayer la presidenta de la institución provincial onubense Petronila Guerrero, «tenemos que aplicar técnicas que sean sostenible por lo que la lucha y los estudios para acabar con ellos son permanentes».

Ayer, ambas administraciones renovaban unas fuerzas que se aliaron en el año 2002 con el objetivo de combatir una plaga que afecta de manera directa a una de las mayores fuentes de riqueza para ambas provincias: el turismo. Junto a ambos presidentes, estaban los representantes de las tierras más afectadas: los alcaldes de Vejer, Antonio Jesús Verdú; de Barbate, Rafael Quirós; y de Tahivilla, Diego España.

El presidente de la Diputación de Cádiz, Francisco González Cabaña, lamentó que las últimas lluvias del mes de junio hayan anulado parte del trabajo previo realizado y empeorado una situación en la que se viene trabajando desde abril. Fue entonces cuando se realizaron las labores de prospección y diagnosis a través de las muestras realizadas en poblaciones larvarias y adultos. El 25 de junio se llevó a cabo el primer tratamiento de control en una superficie de 180.000 metros cuadrados allá donde se localizaron los focos de crías. Desde entonces y hasta octubre se esperaba contabilizar unas 200 muestras que se obtendrían a través de cinco estaciones de vigilancia. Con este seguimiento se espera evaluar la eficacia de los tratamientos empleados con técnicas biológicas y sostenibles con el medio ambiente.

Sin embargo, las lluvias registradas en junio han fomentado el proceso de recría de la larva del mosquito y ahora se requiere sacar la artillería pesada contra la plaga: las fumigaciones.

Optimismo

A pesar de este contratiempo, las previsiones para acabar con los mosquitos en la comarca de la Janda son buenas. La presidenta onubense, se mostró satisfecha porque «cada año avanzamos más contra esta plaga, a pesar de que las lluvias rompan los ciclos de actuación». De hecho alabó las alianzas estratégicas formadas, entre ellas con la Diputación gaditana, para rentabilizar los recursos, «más aún si cabe en la situación de crisis que estamos viviendo».

Por su parte, González Cabaña señaló que a pesar del aumento de cultivos de arroz en la zona, principal causa de la propagación de estos insectos, han comprobado que el número ha descendido. «Lo mejor sería que desaparecieran los cultivos de arroz porque además de ser pocos rentables, son los responsables del incremento de mosquitos; pero el agricultor es libre de sembrar lo que quiera».

Es por esta relación directa por lo que el Servicio de Control de Mosquitos (SCM) presta una especial atención a la evolución diaria de las larvas localizadas en arrozales. Las muestras practicadas en el año 2009 obtuvieron más de 5.000 individuos en distintas fases de desarrollo larvario, así como cerca de 80.000 mosquitos adultos por medio de trampas.

El convenio suscrito entre los titulares de las dos diputaciones establece, como franja de actuación, los focos contenidos en círculos de 3 kilómetros de radio medios desde los núcleos de población, en una superficie de 2.000 hectáreas.