El instinto de saber elegir
Del Bosque ha acertado con cambios en octavos y cuartos y ha sabido 'oler' la solución sentada en el banquillo
Actualizado: GuardarContra Portugal fue Fernando Llorente y ante Paraguay, Cesc y Pedrito. Vicente del Bosque ha demostrado que sabe 'oler' la respuesta a un problema concreto. Intervencionista el salmantino, atinado en los cambios, sobre todo en los momentos de la verdad, cuando se tambaleaba el Mundial, movió ficha en las segundas partes y dio a España un empujón tan necesario como acertado. Transfusión de sangre para un cuerpo con 23 órganos, igual de importantes todos, los que trabajan en el campo y los que están listos para ser trasplantados, un equipo con mayúsculas que ahora se cree capaz de todo. Tiene fútbol, suerte y un seleccionador que toma las decisiones con precisión. A veces no se entienden, pero funcionan. Le han dado las semifinales.
Conviene empezar por el final. España no podía con Paraguay. De hecho, no había tirado entre los tres palos en la primera mitad. Arrancó la segunda y la película seguía siendo aburrida y monótona. Llegó la locura condensada en apenas dos minutos, con sendos penaltis fallados por ambas escuadras, y Del Bosque ordenó levantar la tablilla. Brilló el número 9, la matrícula de Torres, y todo el mundo esperaba ver a Llorente en la banda esperando el cambio; pero no, el seleccionador sorprendió a propios y extraños y sacudió la naftalina que cubría a Cesc. El medio del Arsenal aportó frescura a 'La Roja' y Pedrito, que entró por Xabi Alonso, encendió el aire acondicionado. Entre los dos metieron una marcha más y, tras el tiro al palo del canario, llegó el gol de Villa y la victoria de España.
Revolución riojana
La entrada de Cesc por Torres fue un acto de fe, quizás un ramalazo instintivo, sobre todo teniendo en cuenta el antecedente de Llorente. España se hernió contra Portugal, descaradamente defensiva, apilando jugadores en el centro del campo y sin interés por la pelota, cuando Del Bosque llamó al delantero del Athletic. Retiró al punta del Liverpool y el riojano revolucionó el partido. Ganó todo por arriba, fijó a los defensas rivales, sacó faltas e incluso estuvo a punto de marcar en dos ocasiones. Lo hizo Villa, el 'pichichi', y 'La Roja' continuó su marcha.
Quizás el único lunar de Del Bosque en la gestión de los recursos humanos es la titularidad de Torres, que aún no está pero se le espera. Lo intenta y le falta velocidad, el acierto en las maniobras, así que se dedica a tirar desmarques y a cansar a los centrales. Luego le cambian y la apuesta funciona. Salga quien salga.