LA VOZ regala mañana con el periódico la película 'The Ring'
La cinta, un remake del filme del mismo título realizado en Asia, inauguró una nueva forma de hacer cine de terror
Actualizado: GuardarEl horror como puerta temática en el cine japonés siempre había sido una constante interna pero poco exportable, demasiado localista e impregnada de tristeza como para ser digerida por el público Occidental. Tuvieron que ser el manga (a través de la obra de Junji Ito) y la nueva narrativa fantástica nipona los soportes que dieran argumentos a los nuevos directores para afrontar el terror desde una nueva óptica mainstream. De este forma, Taka Ichise, un productor brillante y con buenos contactos en Occidente, se alió con Hideo Nakata para lanzar 'The ring' (1998), película que desde sus coordenadas catódicas lanzaba una onda de terror que sacudió taquillas orientales y festivales de cine europeos. El horror de cabellos largos, rostros pálidos y largas uñas que los clásicos nipones habían descubierto desde la tradición, se fundían con las redes de comunicación global que representan la tv, el cine o los móviles, como nos recordaría otra obra cumbre del género, 'Llamada perdida» (2003), del prolífico Takashi Miike.
El virus videográfico, la maldición transmitida por canales de información llegó a un Hollywood que vivía un renacimiento del terror sobrio psicológico, alejado del exceso hemoglobínico de los años ochenta o de la pueril rutina del terror adolescente de los noventa. Y así, en forma de 'remakes' confesos e inconfesos, el horror asiático se fundió con la moda de escalofrío minimalista de M. Night Shyamalan, invadiendo la forma de concebir el miedo, ahora apto para toda la familia, alejado del exhibicionismo sádico, aliado de las sombras y de una cotidianeidad perturbadora.
'The ring' (2003) fue el 'remake' de Gore Verbinski que hizo creer en la comunión imposible en el escalofrío entre Oriente y Occidente y, a partir de ahora, cualquier película de terror tiene un momento 'japonés', aunque sean de estricta cosecha protocultural norteamericana como 'La morada del miedo'.