La Casa Blanca fuerza a Israel y Turquía a retomar el diálogo
Ankara exige en una cita supuestamente secreta que Tel Aviv se disculpe por el ataque a la flotilla para recomponer las relaciones
JERUSALÉN.Actualizado:El pasado miércoles en Bruselas, y por primera vez desde el asalto judío a la flotilla que se dirigía a Gaza, autoridades israelíes y turcas se reunieron obligadas por las presiones de EE UU en un encuentro de acercamiento pretendidamente secreto, pero que el mismo día era desvelado por el diario 'Hurriyet' de Ankara y ayer confirmado por Tel Aviv.
Según fuentes israelíes, la cita fue «provocada y coordinada» por la Casa Blanca, y en ella participaron el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, y el titular de Comercio de Industria de Israel, Benjamin Ben Eliezer. Pero más que una aproximación, lo que ha trascendido de la entrevista de mas de dos horas es que el representante de Erdogan repitió a su interlocutor la exigencia de que Tel Aviv se disculpe por el reciente ataque a la flotilla -en el que murieron nueve civiles, ocho de ellos con pasaporte turco-, pague compensaciones a las víctimas y acceda a una investigación de la ONU sobre el incidente. «Davutoglu -explicaba su portavoz, Burak Ozugergin-, reiteró los pasos que Turquía espera que se den para la mejora de relaciones».
El encuentro supuestamente clandestino ha tenido peores consecuencias dentro de Israel. Allí, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, reaccionaba con furia tras enterarse por televisión de la cita celebrada a sus espaldas en Bruselas y advertía que este «inaceptable» episodio ha propinado «un severo golpe» a su relación de confianza con Benjamin Netanyahu. No obstante, Lieberman dejaba claro que su partido, el ultranacionalista Yisrael Beitenu, no va a abandonar la coalición de Gobierno de la que forma parte como principal socio.
Razones «técnicas»
En descargo, la oficina del primer ministro ha tratado de calmar los ánimos asegurando que razones «puramente técnicas» impidieron informar a Lieberman, aunque sí se hizo con el titular de Defensa, Ehud Barak, que en una reciente visita a Washington rehusó entrevistarse con Davutoglu. Fuentes cercanas a Ben Eliezer, miembro del Partido Laborista de Barak, despacharon la polémica desde el anonimato declarando al diario 'Yedioth Ahronoth' que apartar a Lieberman era lo correcto porque ha tenido «parte significativa en la intensificación de la crisis con Turquía».
Aunque Ankara empezó a enfriar sus relaciones con Israel a raíz de la ofensiva sobre Gaza de 2009, ha sido a partir de la tragedia de la flotilla cuando Erdogan ha multiplicado los gestos de hostilidad hacia Tel Aviv, en una dinámica interpretada también como un calculado viraje en favor del mundo musulmán.
La retirada de su embajador en Israel, la práctica cancelación de la tradicional colaboración militar con los judíos, o sus proclamas contra el Gobierno de Netanyahu han contrariado a Obama, que en la pasada cumbre del G-20 en Toronto hizo esperar a Erdogan para una reunión bilateral, y la concluyó sin rueda de prensa ni comunicado conjunto.