SIERRA

El Cristo del Capítulo vuelve a su altar de Santo Domingo de Guzmán

BORNOS Actualizado: Guardar
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El protector de Bornos ha vuelto. El Cristo del Capítulo ya preside el altar mayor de Santo Domingo de Guzmán después de un largo proceso de restauración que le ha devuelto su máximo esplendor. Dicha vuelta se ha querido hacer coincidir en el tiempo con la preparación de las fiestas patronales, en honor a San Laureano, que tendrán lugar el próximo día 7.

El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Estéticas dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México, ha sido el encargado de llevar a cabo esta mejora integral que permitirá a los vecinos disfrutar de una imagen de 1553 que llegó a España a través de un intercambio comercial. La intervención ha supuesto una inversión de 17.500 euros.

La escultura está realizada principalmente en caña de maíz y papel y en Bornos se le tiene una gran devoción que remonta a 1646 cuando el municipio, al igual que el resto de la península, sufrió una gran epidemia de peste que acabó con la vida de un gran número de vecinos. Según la leyenda, los monjes sacaron en procesión al Santo Cristo y desde entonces cesaron las muertes.

La delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, reconoció que se ha tenido que llevar a cabo un «trabajo exhaustivo y muy complicado por el material con el que está hecho». Por ello ha supuesto una novedad para los trabajos del Instituto e incluso ha sido protagonista de un encuentro entre expertos para mostrar todo el proceso llevado a cabo.

Los técnicos encargados de devolver al Cristo a su estado original destacaron que la escultura se encontraba «en un estado alarmante de conservación y había sufrido el ataque de insectos que habían dañado parte de su estructura interna». La policromía original se encontraba bastante deteriorada por los diferentes repintes que se han llevado a cabo e incluso la mano izquierda se había repuesto con un material muy diferente al original. Los cambios han posibilitado que la escultura pase a pesar 7,7 kilogramos, en lugar de los 9,2 que pesaba cuando llegó a los talleres.

Durante el proceso de restauración se ha buscado respetar la integridad de la obra y se han empleado los materiales con los que originalmente se confeccionó el Cristo. En concreto, han empleado caña de maíz, papel y adhesivos de origen natural como cola de conejo y almidón. Además, para la mejora de la policromía se han empleado criterios diferenciadores a corta distancia y la técnica del rayado.