«Esta zona vuelve a tener vida»
JEREZ.Actualizado:Hasta con aplausos recibieron ayer los comerciantes a los conductores que volvieron a circular por la calle Honda después de que haya permanecido cerrada al tráfico -excepto para los taxis- desde enero del pasado año.
A simple vista, y tal como resumió el portavoz de la plataforma que ha luchado por la reapertura de la vía, Federico López, lo que ocurrió ayer es que «esta calle ha vuelto a tener vida».
Coches, ruido, saludos a amigos a los que «hace un año que no veía, porque ya no pasaban por aquí», y mucho jaleo fueron los protagonistas de la primera jornada en la que la calle Honda vuelve a permitir la vertebración del centro de la ciudad, que con su cierre quedó dividido en dos partes que difícilmente se comunicaban.
Uno de los que mostraba ayer más satisfacción era López, que decía que «gracias a Dios se ha vuelto a abrir», y que recordaba «el trabajito que nos ha costado conseguirlo». Mientras desde la puerta de su tienda de moda observaba la llegada de los coches y el paso de los primeros autobuses iba recibiendo la felicitación del resto de comerciantes de la calle, tan aliviados como él por el cambio, y hasta de los transeúntes que se sumaban a las quejas por lo meses sitiados por la pilona y exclamaban con alegría: «Pero qué vida tiene esto ahora».
Ayer el tráfico fue incesante en la vía, y eso que «aún es pronto y mucha gente aún no sabrá que ya se puede circular por aquí», como apuntaba Silvia Pérez, la dueña de la frutería El Cinco de Oros que hace apenas diez días que abrió sus puertas en la vía.
Es una de las pocas valientes que optó por iniciar un negocio, y sin duda la noticia de que la calle iba a reabrir la empujó a ello. «Una parte del negocio va a ser de encargos por teléfono que luego sólo tendrán que recoger acercándose con el coche, porque estarán ya preparados», explicaba ayer con la ilusión intacta esta comerciante.
Por desgracia, a su alrededor hay demasiados locales cerrados que no han aguantado el envite de la crisis y del cierre de Honda, que «ha hecho caer significativamente las ventas», apuntaba ayer López y confirmaban otros comerciantes como Bernardo Gómez, de la tienda infantil Donald.
Todos ellos han sufrido muchos meses no sólo de menos ventas, de ver cómo la calle dejaba de tener ambiente, incluso de «falta de limpieza y mantenimiento, porque directamente dejamos de importarle a nadie». «Han sido muchos sinsabores, y ahora sólo esperamos que esto vaya a mejor», insistía el portavoz de los afectados, mientras que el dueño de Donald añadía que «habrá que esperar un poco para que todo vuelva a ser como antes».
Y en el horizonte el proyecto del tranvía, que algunos ven como una amenaza, y sobre el que ya arrojan dudas de que vaya a salir adelante. «A ver si al final se hace o no», decían ayer muy seguros de que lo tiene difícil «porque es una inversión enorme». «Cuando llegue el momento reaccionaremos, pero está claro que los años de obras para adaptar las calles serían nuestra ruina», apuntaba el dueño de Tejedor. Otros propietarios eran más prudentes y sólo decían que «en el momento en el que presenten oficialmente el proyecto nos pronunciaremos».