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Una pintada critica que una sala de cine barcelonesa margina el catalán. :: EFE
Sociedad

Cataluña aprueba la ley que obliga a doblar al catalán el 50% de los estrenos¿Y qué pasa en el País Vasco?

CiU se suma al tripartito en el apoyo de una norma que los cines ven como una imposición política y lingüística

ÓSKAR L. BELATEGUI
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El año que viene Harry Potter, Spiderman y los Piratas del Caribe hablarán catalán. Pero los cinéfilos de Barcelona puede que tengan que fletar autobuses a Perpiñán, como en los tiempos de 'El último tango en París', si quieren ver películas independientes y europeas. El Pleno del Parlament aprobaba ayer la polémica Ley del Cine, que obligará a que todas las cintas que se estrenen en Cataluña tengan la mitad de las copias en catalán. La única excepción son los filmes comunitarios, que sólo deberán cumplir esta exigencia a partir de las 16 copias.

Existía la incógnita de la postura de CiU, que ya había intentado imponer por decreto la misma normativa hace unos años. Al final, su voto se sumó al del Gobierno tripartito (PSC-ERC-ICV). 117 votos a favor y 17 en contra. «Esta ley corrige una falta de democracia», alabó el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras. «Es una de las normas más importantes de esta legislatura, significa un antes y un después en el ámbito de la cultura», sancionó el líder de ERC, Joan Puigcercós, que dijo sentirse «un forastero» cuando intentaba llevar a sus hijos a ver una película en catalán.

El PP y Ciutadans han votado en contra y criticado que no se haya tenido en cuenta el reciente fallo del Constitucional sobre el Estatut. El Alto Tribunal ha declarado inconstitucional que el catalán fuera lengua «preferente» de las Administraciones y los medios de comunicación públicos de Cataluña, aunque no dice nada de los medios privados, como las salas de cine. Actualmente, sólo el 3% de las películas se pueden ver en catalán. Tras la entrada en vigor de la ley el 1 de enero del año que viene, se espera que la paridad lingüística se consiga en 2018.

De nada han servido los lamentos de los principales afectados, distribuidores y exhibidores, ni la huelga de cines del pasado 1 de febrero. «Estamos bastante molestos. Nos reunimos con el conseller de Cultura, que nos llamó para consultarnos, pero después han hecho lo que les ha dado la gana», se lamenta Josetxo Moreno, consejero delegado de Golem. Este distribuidor independiente, que también cuenta con una red de salas especializadas en versión original, cree que su sector «está pagando los platos de una cuestión política». La ley ha sido promovida por Esquerra Republicana, partido bisagra del tripartito que ostenta la cartera de Cultura.

'80 egunean' lleva en los cines desde el 21 de mayo. Un triunfo para una cinta en euskera, que incluso se ha exhibido en su versión original fuera del País Vasco, aunque según el Ministerio de Cultura ha tenido apenas 1.750 espectadores. La presencia del euskera en la cartelera es anecdótica. ¿Qué ocurriría si el Parlamento vasco sigue el ejemplo del catalán y establece un sistema de cuotas? «La realidad sociolingüística de Euskadi es completamente diferente a la de Cataluña, y los políticos son conscientes de ello», asegura Víctor Villanueva. «Por las conversaciones que mantuvimos con el anterior Gobierno y las pocas que hemos tenido con este, aplicar una normativa como la catalana sería inviable».

El anterior Ejecutivo nacionalista diseñó un programa que compensaba a distribuidoras y salas por mantener cine en euskera los fines de semana a través de un convenio con la Filmoteca vasca. Media docena de salas se sumaron a la iniciativa, dotada por el departamento de Cultura con 700.000 euros.