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La playa

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En verano Cádiz se escora a babor, hacia poniente. Desde lo alto de esos pisos y apartamentos del Paseo Marítimo, algo umbríos en invierno y ahora atestados de gaditanos y foráneos, bajando hasta las terrazas de bares y restaurantes llenas de personas, cruzando ese hormigueo continuo de motos y coches luchando por aparcar, y llegando más abajo hacia la propia playa y su orilla, todos buscamos nuestro espacio playero o recorrer nuestra senda al frescor marino. La playa es nuestra red de redes local. Allí nos encontrarnos con amigos y conocidos y comentamos al mismo tiempo otros encuentros y las últimas noticias aparecidas esa misma mañana en los medios (prensa, radio, televisión o Internet). Me decía hace unos días Kid Betún que se encontraba regular y que este verano quizás no pudiera pisar la playa. Y sabemos que nuestras playas de La Caleta, Santa María, La Victoria y Cortadura, no son lo mismo sin ciertas personas de toda la vida. Los paisajes y su gente: los vendedores haciendo su «agosto», los gritos de unos niños que lo serán por un tiempo, los jóvenes experimentando su vitalidad, los deportistas, los mayores paseando y entreteniendo sus miradas. Quería escribir sobre lo que significa la playa para tantas personas. Y es que en nuestras playas se hace de todo. Entiéndanme bien: tomamos el sol y nos bañamos, charlamos con nuestros vecinos de sombrilla, paseamos por la orilla, bebemos, comemos y reímos, leemos, escuchamos la radio, hablamos por el móvil, hacemos deporte, los niños juegan a todo lo imaginable, al atardecer algunos pescan y otros contemplan la puesta de sol, e incluso ya tras el crepúsculo departimos y escuchamos música en algún chiringuito, y ciertos días hasta nos podemos sentar bajo la noche a ver alguna película. Y todo esto en sintonía con nuestras personas queridas y otras acompañantes.

Días antes del comienzo de temporada cientos de trabajadores/as, en coordinación con el personal técnico de nuestro Ayuntamiento, voltearon y nivelaron la arena y pusieron a punto todo tipo de servicios, con una limpieza y un mantenimiento diarios, de los que disfrutaremos a lo largo de todo el verano. Cádiz, con sus playas, ya está preparada y abierta para acoger a su gente y a las miles de personas que nos visiten y quieran disfrutar entre y con nosotros/as. A todas esas personas, a las de aquí y a las visitantes, les deseamos lo mejor. Que nos relajemos mirando las olas y el horizonte, que podamos olvidar a ratos la crisis, que recordemos siempre nuestras playeras andanzas infantiles y juveniles, que miremos a las caras de esa gente que disfruta a nuestro lado, que tengamos tiempo para pararnos a charlar y conversar con las personas que apreciamos y a las que hace tiempo que no vemos, que todos nos animemos la vida. Una vez más se trata de re-crearnos.