La niña de Seseña agonizó dos días antes de morir desangrada
El juez imputa por encubrimiento a otras dos menores que conocían dónde se encontraba el cuerpo de la adolescente asesinada
TOLEDO.Actualizado:Dos adolescentes de 14 años han sido imputadas por presunto encubrimiento en el caso de la muerte de Cristina Martín de la Sierra, la joven de 13 años cuyo cadáver apareció en una cantera abandonada de Seseña (Toledo) a principios de abril tras haber muerto presuntamente a manos de una compañera de instituto de 14 años.
Si la autora confesa del crimen o las otras dos menores hubiesen relatado a tiempo lo ocurrido, ésta podría haber sobrevivido, pues estuvo entre dos y tres días agonizando. Es una de las conclusiones del sumario de este caso, del que hace unos días se levantó el secreto dictado por el Juzgado de Menores de Toledo. El padre de la víctima, Francisco Martín y su abogada, María Ponte, fueron los encargados de revelar ayer en Seseña los detalles contenidos en este sumario.
Según el relato de los hechos en la versión de Chany, la menor de 14 años de origen cubano que sigue internada en un centro de menores de Castilla-La Mancha tras haber reconocido la autoría del crimen, el 30 de marzo telefoneó a Cristina para saldar sus diferencias irreconciliables con una pelea en una antigua fábrica de yesos. La disputa acabó trágicamente: Cristina recibió fuertes golpes en la cabeza con una piedra de gran tamaño y después de quedar inconsciente Chany le provocó profundos cortes en una muñeca con una navaja. Esto fue, precisamente, lo que desencadenó su muerte. «Los golpes profundos en la cabeza la dejaron inconsciente pero la causa última de su muerte fueron estos cortes», explicó ayer el padre de Cristina, que también lamentó que las dos presuntas encubridoras no hablaran «en su momento» porque «a la mejor mi hija estaría viva».
Según el testimonio de Chany recogido en el sumario, tras la pelea llamó por teléfono a una amiga a quien contó lo ocurrido y confesó haber matado a Cristina. Esta amiga acudió a la vieja cantera, vio el cuerpo tendido de Cristina en el fondo de un pozo y relató después lo sucedido a una tercera. Las tres guardaron silencio hasta que los interrogatorios de la Guardia Civil dieron resultado y fue hallado el cadáver de la joven cuatro días después de la pelea.
Según la autopsia, la menor murió desangrada por los cortes en la muñeca dos o tres días después de haber quedado inconsciente por los golpes sufridos en la cabeza que le provocaron la rotura del tabique nasal y le dejaron la cuenca de uno de los ojos destrozada. La autopsia también revela que no hubo resistencia por parte de la víctima si bien en una de sus manos se encontró un mechón de pelo de Chany.