Enrique Múgica pone fin a una década como Defensor del Pueblo

Enrique Múgica, de 78 años, puso fin ayer a una década como Defensor del Pueblo, cargo que queda vacante al no haber designado aún el Congreso a su sustituto. La hasta ahora adjunta primera de la institución, María Luisa Cava de Llano, propuesta por el PP, asumirá el cargo de forma interina.

El consenso entre PSOE y PP se hace inevitable para este nombramiento pues debe ser refrendado por las tres quintas partes de los miembros del Congreso. Ninguna de las dos formaciones ha presentado, de momento, un candidato de manera oficial, aunque como suele pasar en este tipo de situaciones ya se han filtrado algunos nombres. En la hipotética quiniela aparecen la propia Cava de Llano o el socialista Francisco Vázquez, embajador en El Vaticano. Los populares, en cualquier caso, esperan que sea el Gobierno el que adelante su propuesta, ya que el principal partido de la oposición se siente cómodo con Cava de Llano.

Múgica aseguró la semana pasada que se sentía con fuerzas para afrontar un tercer mandato, pero su disponibilidad no parece que vaya a ser tenida en cuenta por el Gobierno. El ya ex Defensor del Pueblo se despidió de su puesto en Filipinas, donde representó a España en la toma de posesión de Benigno Aquino como presidente de Filipinas.

El veterano dirigente socialista fue elegido para el cargo en junio de 2000 a propuesta del PP debido a sus buenas relaciones con José María Aznar. La reelección fue acordada cinco años después con el respaldo de populares y socialistas.

Este consenso estuvo a punto de quebrarse en 2006, cuando IU-ICV presentó una iniciativa parlamentaria para reprobar y pedir la destitución de Múgica por haber recurrido el Estatuto de Cataluña ante el Tribunal Constitucional. Un intento que fue frustrado por los votos de PSOE, PP y Coalición Canaria. Múgica abandonó de forma temporal su militancia socialista cuando fue designado como Defensor del Pueblo.