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Arqueólogos de la UCA descubren 63 yacimientos en el Norte de África
La tercera campaña de elaboración de la Carta Arqueológica de la zona eleva hasta 160 los hallazgos localizados al otro lado del Estrecho
Actualizado: Guardar«El concepto de frontera es nuestro», defiende, siempre que puede, el catedrático de la UCA José Ramos. Con esa máxima resume una realidad incuestionable, aunque muchas veces velada por el peso de años y años de investigaciones sujetas a toda clase de lastres políticos o burocráticos. Lo que quiere decir Ramos es que para los homínidos que poblaron ambos lados del Estrecho, para los comerciantes fenicios y para las legiones romanas, no existían España ni Marruecos, Europa ni África, y no había más barreras que las que imponían los accidentes geográficos.
Durante años, los especialistas se han visto obligados a analizar e interpretar el pasado de nuestra provincia (de nuestra comunidad y de nuestro país) contando solamente con los hallazgos de este lado. Las limitaciones eran obvias. «Está claro que hay una correspondencia, una interrelación incluso, una coherencia entre lo que pasaba en el sur de la Península Ibérica y en el Norte de Marruecos». ¿Por qué no plantear, entonces, un estudio capaz de concebir ese territorio, asociado durante siglos y siglos de historia compartida, como una unidad?
Región inexplorada
En primer lugar, porque el Norte de África es una región prácticamente inexplorada por los arqueólogos. Marruecos no cuenta con los fondos suficientes como para poder invertir sus recursos en desentrañar las claves de ese patrimonio común. Sin documentación, catas, excavaciones y conclusiones en firme al otro lado del Estrecho, algunos periodos de la historia de España continuaban poblados de sombras, incógnitas y ángulos ciegos.
De ahí la importancia del acuerdo hispano-marroquí que permitió, hace unos años, crear un equipo conjunto formado por investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), la Universidad Abdelmalek Esaadi de Tetuán (UAE) y el institut National des Sciences de l'Archéologie et du Patrimoine (INSAP) de Rabat. El objetivo: sentar las bases de una Carta Arqueológica capaz de arrojar luz sobre la zona.
Los resultados, dice el catedrático de la UCA Darío Bernal, «son espectaculares». «Sólo en la última campaña de prospección, desarrollada entre mediados y finales de junio, hemos localizado 63 yacimientos y 6 hallazgos aislados. Corresponden a diversas ocupaciones humanas, desde época prehistórica, con numerosos registros de grupos cazadores-recolectores del Paleolítico (Paleolítico Medio, Superior), de etapas de sociedades tribales agropecuarias (Neolítico) y de sociedades de la Prehistoria reciente».
En esta tercera fase se han documentado cuevas y abrigos con ocupación prehistórica, aldeas neolíticas, necrópolis protohistóricas, asentamientos protohistóricos, factorías romanas de aprovechamiento y procesamiento de pescados, estructuras agrícolas romanas y asentamientos de época medieval. «Ha sido un trabajo intensivo, pero muy, muy fructífero», resume Darío Bernal.
Con estos resultados el proyecto lleva señalados más de 160 yacimientos y 30 hallazgos aislados. «Lo que pretendíamos era abordar el estudio del poblamiento humano entre Tetuán y Oued-río Liliane, situado entre Ceuta y la zona portuaria de Tánger de forma diacrónica». «Al igual que en otras ocasiones, hemos seleccionado algunos de los yacimientos más importantes para centrarnos en ellos en el futuro, con excavaciones de mayor entidad».
El contexto de Benzú
Bernal subraya los elegidos: una cueva paleolítica en Punta Leona; un abrigo de ocupación prehistórica (probablemente neolítica) en Tauora; una necrópolis del Bronce en el curso del río Liliane; una factoría de salazones en la bahía de Mansa y un asentamiento romano, situado en las inmediaciones de Tánger.
Esta tercera campaña también ha analizado en profundidad «el gran tema» de los pasos y contactos en la región del Estrecho durante la Prehistoria, investigación de alcance de la arqueología del Pleistoceno y Holoceno. «Se está comprobando la originalidad y antigüedad de los fenómenos y ocupaciones humanas en el Norte de Marruecos. Y se generan evidentes análisis de contactos y relaciones con las ocupaciones del sur de la Península Ibérica», explica Ramos, quien recuerda que «para el estudio completo de la zona hay que tener en cuenta que en ella, actualmente, hay cuatro países diferentes: España, Portugal, Inglaterra (Gibraltar) y Marruecos».
Para Ramos, algunos de los yacimientos citados tienen una relevancia especial. «Sabemos que nos pueden ayudar a contextualizar Benzú». Aunque se muestra cauto con sus hipótesis, no duda en señalar que «el estudio detallado de ciertos hallazgos ahondarían en la idea del Estrecho como puente».
Debido a la gran transformación de infraestructuras que está sufriendo toda la zona de Tánger-Med, el proyecto cumple también funciones de salvamento y de arqueología de emergencia. Darío Bernal recuerda que «hasta el momento, en la banda sur, hay únicamente tres o cuatro intervenciones en marcha, con lo que la excavación de cinco yacimientos más supone no sólo un importante paso adelante a nivel científico, sino también en la cooperación al desarrollo con Marruecos».