Dispuestos a hincar el diente
El director y los secundarios de 'Eclipse' presentan en Madrid la tercera película de la saga 'Crepúsculo' que se estrena mañana
MADRID.Actualizado:David Slade recibió el encargo de dirigir la tercera parte de 'Crepúsculo', 'Eclipse', como un regalo envenenado. Por una parte, le apetecía mucho encargarse de esta historia de vampiros que ha encandilado a los jóvenes de medio mundo y que ha recaudado, en sus dos primeras ediciones, más de mil millones de dólares. Por otra parte, era todo un reto ante los millones de seguidores. «Me preocupa no cumplir las expectativas. Sentimos una gran responsabilidad porque son los sueños de muchas personas», indicó durante un encuentro con la prensa.
El director británico consideró que la clave de este fenómeno es la sencillez del planteamiento. «'Crepúsculo' no pide disculpas por ser una historia de amor», afirmó. Muchas películas, según Slade, intentan justificar o «encajar» una historia de amor en el argumento de la película. Otra cosa son las comedias románticas o los romances. En cambio, en la saga creada por la escritora Stephenie Meyer todo gira alrededor de la relación que mantienen el chupasangre Edward (Robert Pattinson) y la humana Bella (Kristen Stewart). «El amor verdadero es maravilloso y culturalmente necesario», indicó el realizador.
Nuevos personajes
En 'Eclipse', Bella y Edward tendrán que poner a prueba su amor por culpa de Jacob Black (Taylor Lautner), que intentará convencer a la joven para que no se convierta en miembro más de la familia Cullen (es decir, transformarse en un vampiro) como prometió en la anterior película ('Luna nueva') para salvar la vida. Una relación en la que la tensión irá en aumento. Slade espera que 'Eclipse' atraiga a más gente a las salas de cine para continuar con el éxito. Además, concedió a las películas de 'Crepúsculo' el honor de haber abierto a más personas «de todas las edades» el cine fantástico.
David Slade estuvo acompañado por dos de los actores secundarios: Ashley Green (Alice) y Xavier Samuel. Este australiano de 26 años fue elegido para interpretar a un villano vampírico, Riley Biers, que quiere tomar el poder y eliminar a la familia Cullen. Con este papel, Samuel da el salto del cine independiente a un éxito hollywoodiense con una legión de seguidores.