Los jóvenes sin techo prefieren vivir en la calle
Los programas de asistencia y reinserción de Bienestar Social siguen copados por mayores. El Albergue atendió en 2009 a 1.026 usuarios, incluyendo la actuación en la vía pública y la de baja exigencia para casos muy graves
JEREZ. Actualizado: GuardarLa Delegación de Bienestar Social les ofrece todos los recursos a su alcance y, sin embargo, ellos prefieren la independencia que les da la calle. Son los sin techo más jóvenes, que como reconoció ayer el delegado del área, José Manuel Jiménez, se acogen a los programas de intervención (muchos de los cuales incluyen alojamiento) en una proporción mínima, comparados con los beneficiarios de mayor edad.
Esta es una de las conclusiones que se desprenden del balance anual del Centro de Inserción Social (Albergue municipal) correspondiente a 2009, año en el que se atendió a 1.026 personas. De ellas, 71 fueron usuarias del programa de intervención en la calle, que ha supuesto una gran novedad junto con el de baja exigencia. Se trata de una iniciativa capitaneada por un coordinador, una psicóloga, una educadora y una trabajadora social que, en colaboración con la Policía Local, intentan conocer más a fondo los entresijos de la calle y el día a día de los que han hecho de ella su hogar.
Como explicó Jiménez, es una intervención relativamente fácil a través de la que se informa a todos los servicios públicos y privados de la situación en la que se encuentran estas personas, y se contacta con las familias para tejer una red que permita un contexto adecuado en el que realizar el trabajo. Muchos de estos ciudadanos presentan un deterioro físico y psíquico considerable y en la mayoría de los casos sufren graves adicciones.
Lo que más llama la atención es su media de edad, puesto que en todos los demás programas se actúa principalmente con gente más mayor. En concreto, a la intervención en la calle se acogieron el pasado año diez personas de entre 18 y 25 años; 22 de entre 26 y 35, y 24 de entre 36 y 45, frente a las siete de entre 46 y 64, y las cuatro mayores de 65 y menores de edad.
Incremento de camas
Dentro de la otra gran novedad, el programa de baja exigencia, los profesionales de la Delegación atendieron a 357 usuarios, lo que obligó a que se incrementara en doce el número de camas con las que cuenta el Albergue, hasta llegar a 42. Éste es el plan contra el frío que se suele activar únicamente en verano, pero que dado sus buenos resultados el Ayuntamiento decidió extrapolarlo al resto del año. En este caso, cabe destacar que de todos ellos sólo tres fueron mujeres y 60 jerezanos, frente a 149 de otros puntos de Andalucía, 37 del resto de España y 148 extranjeros. Este grupo es especialmente delicado, ya que engloba a muchos enfermos mentales, alcohólicos y gente en general en una situación extrema, a la que se ofrece un desayuno, una cena y un techo.
El grueso de los atendidos en el Centro de Inserción Social se incluyen dentro del programa de acogida e inserción, y alcanzan la cifra de 598 personas. De ellas, 234 fueron usuarios de programas para transeúntes; 173 específicos de inserción social; 15 de emergencia social y 186 de servicios externos. Hay que resaltar, una vez más, el elevado número de hombres, que abarca el 81% de los beneficiarios frente al 19% femenino.
De estos usuarios, el 33% permaneció en las instalaciones del Albergue entre un mes y seis meses, unos datos que como recordó el delegado contribuyen a desterrar ese estereotipo de que el centro acoge sólo por tres días. Ello ocurre únicamente en lo que se refiere a los transeúntes, que acuden al recinto por razones puntuales y a los que se atiende en el momento, pero que no quieren formar parte de un programa.
En lo que respecta a emergencias sociales, la Delegación dio cobijo en 2009 a quince personas, afectadas por situaciones coyunturales como derrumbes e inundaciones, o víctimas de malos tratos. Asimismo, el servicio externo está orientado a casos crónicos que presentan un alto nivel de desarraigo, y a los que se facilita el cubrir sus necesidades básicas como aseo personal, lavandería, farmacia o comedor.
El perfil de estos últimos responde sobre todo a gente mayor, con una trayectoria de adicciones y que «ya está muy cansada -como argumentó Jiménez-, porque la calle es un sitio muy duro». El concejal recordó que el interesado ha de prestarse y acogerse a los programas de forma voluntaria, y todavía son muchos los que rehúsan una verdadera ayuda. A pesar de las dificultades con las que se encuentran los técnicos de la Delegación para llevar a cabo esta labor, se mostró satisfecho del balance de 2009 aportando el dato de que el 33% de estas personas acaba recuperándose y reinsertándose, lo que hace que su trabajo siga siendo imprescindible en la sociedad.