Sólo Patxi López cumple con la cita

Estaban todos invitados, según aseguró José Bono, pero ni un solo presidente autonómico, a excepción del 'lehendakari', Patxi López, acudió a la cita. El jefe del Ejecutivo vasco, que ha hecho de la deslegitimación de la violencia un eje fundamental de su mandato, acudió al acto acompañado de su consejero de Interior, Rodolfo Ares. En el palco, sin embargo, se sentó junto al Defensor del Pueblo, el socialista Enrique Múgica, y el alcalde de Madrid, el popular Alberto Ruiz-Gallardón.

Faltó gente. Ni siquiera acudieron todos los diputados, aunque el hemiciclo estaba lleno. En parte, porque a este pleno atípico también habían sido convocados los senadores y, junto a Bono, recibía su presidente, Javier Rojo. La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, ocupó así el asiento contiguo a su jefe de filas, Mariano Rajoy, y a su vera se sentó el portavoz en la Cámara Alta, Pío García Escudero. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, vio el acto desde la barandilla.

También estuvo la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. Pero faltó José Luis Rodríguez Zapatero, que este fin de semana participaba en la reunión del G-20 en Toronto, y su vicepresidenta económica, Elena Salgado. Destacaron, igualmente, las ausencias del vicesecretario general de los socialistas, José Blanco, y del vicepresidente tercero, Manuel Chaves. A la cabeza del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Y, con ella, nueve de los diecisiete hombres y mujeres que se sientan en el Consejo de Ministros.

Los presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, María Emilia Casas y Carlos Dívar, ocuparon el lugar central de la tribuna de invitados. El mismo en el que se echó en falta a Esperanza Aguirre, José Antonio Griñán, Francisco Camps y otros tantos líderes autonómicos.