Un carácter forjado en las tabernas y los ultramarinos
Actualizado: GuardarCuenta la leyenda que las manos y la cabeza del Nazareno fueron encontradas, sobre 1760, en un baúl olvidado por unos italianos tras una reyerta en el desaparecido Mesón del Duque. Los montañeses, personas que llegaron del norte de España, pronto tomaron la imagen como símbolo de su advocación religiosa, que recogía al gremio de las tabernas, los ultramarinos y mesones. El carácter de los montañeses impregnó el asentamiento de una hermandad ligada al comercio en sus comienzos que logró asentar a su imagen como reflejo de la devoción isleña.