TIEMPOS REVUELTOSMAGIA BLANCA
La fiesta de San Juan, aún teniendo nombre de santo, es ya eminentemente paganaLa Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados
Actualizado:En nuestro país existe una tendencia, que se ha acentuado especialmente en los últimos años, por la que se intenta darle la vuelta como un calcetín a determinadas costumbres y tradiciones, o directamente abolirlas. Parece que las mujeres y los hombres de la era moderna compitiesen en algo parecido a un torneo de originalidad progre en el que, por supuesto, los cimientos colocados por nuestros ancestros importan un bledo. Las fiestas religiosas y las relacionadas con la tauromaquia ocupan los primeros puestos de la clasificación de lo que algunos y algunas entienden que es retrógrado, que ha pasado de moda y que pertenece a la España de charanga y pandereta. Evidentemente, nada es blanco o negro, y hay auténticas bestialidades que son consideradas costumbres, o elevadas, incluso, a la categoría de cultura y que están llamadas a desaparecer para los restos. No obstante, en España no se practica ninguno de estos extremos repugnantes al estilo de lo que sigue sucediendo en determinadas sociedades africanas y musulmanas donde todavía se realiza la ablación del clítoris sólo porque siempre se ha hecho. Es como si aquí mantuviéramos vigente el derecho de pernada como un decreto impuesto por la ley de la Baja Edad Media. En definitiva, nuestras discusiones y cuitas con respecto a las tradiciones y costumbres son mucho menos importantes, pero generan preocupación y debate llegado al momento a los pueblos y ciudades que las padecen. El que la lleva la entiende. Esta semana en la provincia de Cádiz hemos tenido un caso ciertamente peculiar. La madrugada del miércoles al jueves se celebró la noche de San Juan, fiesta que aún teniendo nombre de santo es ya eminentemente pagana y sirve para dar la bienvenida al solsticio de verano con el fuego como protagonista indiscutible. Las hogueras son más habituales en poblaciones costeras, pero también las podemos encontrar en el interior. Y en estas la preciosa villa de Benamahoma decide recuperar su fiesta de San Juan y no sé a quién se le ocurre hacerlo mezclando magia blanca y memoria histórica. Algo así como echarle un chorreón de vinagre al café con leche. Las mentes pensantes de este rinconcito de la Sierra tuvieron la feliz idea de celebrar la noche de San Juan de la mano de una señora que dice ser una bruja buena o maga y que hizo un conjuro de «magia blanca» en un lugar del pueblo donde en 1936, durante la guerra civil española, fueron fusiladas más de 150 personas del bando republicano. La intención, según los ideólogos de todo esto, entre los que está el propio alcalde, era purificar la zona, que ahora es un parque público, porque, parece ser, que en el imaginario popular de los benamahometanos existía el convencimiento de que rondaban malos espíritus y, claro, nadie se atrevía a dejar a sus hijos jugar por allí. Pero, que nadie se preocupe, que con el ritual de la bruja buena ya ha dejado de ser un problema. Pude ver unas imágenes en las que esta señora, ataviada con una túnica blanca y un pañuelo en la cabeza como mandan los cánones de la brujería -seguro que no han visto ustedes nunca a una bruja vestida de traje de chaqueta- llevaba a cabo un ritual en el que decía algo así como: «Ay yam, ay yam, ay yam; yo soy, yo soy, yo soy el representante de Jesucristo en la tierra.». Y los presentes repetían cada una de sus palabras a coro. Todo ello en la plaza de toros del pueblo y con una «hoguera purificadora» en el centro del ruedo. Según Doris Alza, que así se llama la maga, la intención era formar una «rueda de energía sincronizada» con la que «traer los buenos augurios para la localidad y cerrar la carga negativa que, desde hace 70 años, tiene este lugar». Y se quedó tan pancha. El alcalde, Joaquín Ramón Gómez, por su parte, dijo: «Hemos pretendido hacer un ritual serio, huyendo de la imagen de timo que tienen hoy las cuestiones mágicas». Y lo cierto es que tiene mérito porque me da la sensación de que consiguieron todo lo contrario. De hecho, la feliz idea ha sido muy comentada en distintos medios de comunicación nacionales con calificativos que obviaré en esta gacetilla. Sólo espero que en la próxima fiesta de Moros y Cristianos de Benamahoma no aparezca la bruja buena separando a las partes y haciendo un conjuro para cambiar esta fiesta tradicional por una rueda de energía sincronizada.