El nuevo Plan del Casco Histórico recalifica varias bodegas para otros usos
Actualizado:En algunas se construirán pisos, otras acogerán oficinas o tiendas. El corazón bodeguero de El Puerto, que no hace muchos años fue objeto de interés por parte de la Consejería de Cultura de la Junta, sufrirá una importante criba cuando se apruebe el Plan de Protección del Casco Histórico (Pepch). Este documento, incluido dentro del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, fue recientemente aprobado por el pleno municipal, no sin cierto debate sobre el estado de protección en que la nueva normativa dejará a una de las señas de identidad más importantes de la ciudad: sus bodegas.
La calle Valdés, núcleo vitivinícola por excelencia, arteria de conexión con el río y frontera del casco histórico es una de las zonas más afectadas por el Pepch. Según la concejala de Urbanismo, Patricia Ybarra, varias de sus bodegas serán recalificadas para albergar empresas, locales comerciales, e incluso viviendas. Un ejemplo de ello es la bodega Campbell, que mira hacia la Plaza de Toros y hace esquina con la calle Bartolomé. La edil popular señaló que este inmueble carece de interés arquitectónico. Precisamente en esta calle existe otra bodega con el cartel de 'Se vende, se alquila', pero las fuentes indicaron que sus propietarios podrían reconsiderar esta opción con las disposiciones del nuevo Pepch.
Negociaciones
Otra muestra evidente de este desmantelamiento bodeguero es la bodega 501, también en Valdés. Sus dueños han decidido trasladar la planta de embotellamiento a Jerez. Tampoco este edificio tiene valor arquitectónico, según las fuentes. Por otro lado, el Consistorio negocia con Caballero la recalificación de su zona industrial en la avenida de Fuentebravía, a cambio de que mantengan la actividad en la ciudad y de que les ceda la bodega de la Cuesta, que podría acoger el Mercado de Abastos del centro, cuyo actual edificio ha sido descatalogado.