Luis Suárez engrandece a Uruguay

Uruguay disputará unos cuartos de final de un Mundial cuarenta años después. Los charrúas superaron a Corea del Sur gracias a la calidad de Luis Suárez, autor de los dos goles de su equipo. El joven delantero del Ajax es uno de los jugadores con más futuro, cuando no presente, del fútbol. Su magia, sólo hay que ver el segundo tanto, mantiene vivo el sueño uruguayo de repetir los éxitos de antaño.

Los charrúas mostraron su cara más conformista ante un rival que controló el ritmo del partido y fue dueño de la posesión del balón. Sin embargo, los asiáticos no cambiaron y mantuvieron el mismo nivel decepcionante de todo el Mundial. El partido no fue nada espectacular, pero el tempranero gol de Luis Suárez abortó cualquier tentación de especular con el marcador y obligó a los coreanos a jugar al ataque. Éstos llegaban dispuestos a repetir el éxito de hace ocho años en su Mundial, cuando alcanzaron la semifinales, pero no pudo ser.

Con un estilo dinámico y de desborde por las bandas, con Park, el futbolista del Manchester United, como máxima referencia, lograron superar la primera fase. Sin embargo, su talón de Aquiles volvió a ser una débil e inocente defensa, situación que le vino como anillo al dedo a la veteranía y movilidad de Forlán y al genio y descaro de Luis Suárez. Todo ello unido a un bloque sólido y una defensa férrea que había conseguido mantener al equipo imbatido.

El encuentro comenzó con un par de ocasiones de los surcoreanos en un aviso claro de que no tenían complejos ni nervios. Los bicampeones permanecían a la expectativa, quizás, impresionados por el desparpajo del rival. Park Chu-Yong pudo adelantar a los asiáticos tras un buen lanzamiento de falta, pero la madera lo evitó. Sin embargo, los surcoreanos mostraron sus carencias defensivas. Un centro lateral de Forlán sin aparente peligro llegó a Luis Suárez en el segundo palo tras atravesar todo el área sin que los defensas se movieran y ante la mala salida del guardameta.

Dominio coreano

A raíz del gol, Uruguay intentó contemporizar el ritmo del partido. Y lo consiguió durante la primera parte. Pero en la reanudación salió demasiado conservador, muy metido atrás y regaló la pelota a los coreanos. Los asiáticos merodearon el área rival sin encontrar la forma de penetrar en la maraña defensiva sudamericana. Tuvo que ser a balón parado. Una falta lateral fue cabeceada por Lee Chung Yong a las mallas tras una indecisa salida de Muslera.

El empate hizo que el partido se abriera. Uruguay tuvo que salir de la cueva para buscar el segundo y evitar el asedio coreano. Forlán lo intentó con varios lanzamientos. Fue el bigoleador Luis Suárez, que recogió un balón en la frontal del área, el que dio la victoria a su escuadra con un derechazo espectacular. Un golazo propio de una estrella.

Muchos años después, Uruguay vuelve a sentirse una de las grandes del mundo balompédico.