Los forenses dan con la identidad de nueve fallecidos en Castelldefels
Diez de los heridos permanecen hospitalizados, cuatro de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos
BARCELONA.Actualizado:Familiares y amigos de las víctimas están pasando horas terribles haciendo guardia a las puertas de la Ciudad de la Justicia, donde ayer llevaban cerca de 40 horas para saber si sus seres queridos están entre las 13 víctimas mortales del atropello ferroviario del miércoles en Castelldefels.
Esta tensa espera podría no prolongarse mucho más para buena parte de ellos, porque las identificaciones, aunque complicadas por el estado en el que quedaron los cadáveres, avanzan a buen ritmo, a excepción de la de uno de los fallecidos. La Generalitat anunció ayer que los equipos forenses ya han identificado a nueve víctimas mortales del atropello, de los que cinco son ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos, según la consejera de Justicia, Montserrat Tura. Además de los nueve fallecidos ya identificados, los forenses tienen bastante avanzados los trabajos de otros tres.
Fue la propia Tura la que comunicó la identidad a los familiares. Los fallecidos son Jesús David Parada Ayala (nacido en Bolivia en 1991), Diego Erwin Parada Gutiérrez Algara (Bolivia, 1992), Jorge Eliecer Serrano Varón (Colombia, 1971), Danny Ariosto Cedeño Caína (Ecuador, 1985), Diego Fernando Chamorro Pinchao (Ecuador, 1986), Janela Lizeth Luna Correa (Ecuador, 1993), Rosa María Vilar Arboleda(Ecuador, 1993), Claudio Javier Mejías Aguas (Ecuador, 1986) y una novena persona cuya identidad no fue facilitada por deseo de la familia.
En un principio, Justicia anunció que tenía nueve cadáveres identificados, pero el juez sólo admitió como buenas siete identificaciones. Para las otras dos se deberán profundizar los análisis de ADN a petición judicial, a pesar de que el Instituto de Medicina Legal había dado por concluidas las pesquisas.
Mientras, medio centenar de parientes y amigos permanecían en las instalaciones de la Ciudad de la Justicia, a la espera de recabar una información que para algunos no llegaba y que les tiene desesperados. Algunos otros, siete en concreto, ya saben que en breve podrán enterrar a su ser querido. Aunque las autoridades les han comunicado que no hace falta que hagan guardia en la calle, ellos se mantienen firmes, pese a que las horas se les hacen eternas.
«Ayer (el jueves) vine y nos pidieron que diéramos alguna señal que sirviera para la identificación», señaló Silvia Pinchao, que horas después ya supo que su familiar estaba en la lista. «De las dos compañeras que iban conmigo a celebrar la verbena una está en el hospital y de la otra no se sabe nada», relató con pena y desesperación Rocío Alcíbar. Igual que Javier Chamorro: «Éramos cinco personas; una está en el hospital y otra desapareció».
En cambio, por suerte o por desgracia, el tiempo de espera ante la Ciudad de la Justicia se ha acabado para Richard Olivo. Ayer no abrió su comercio en Cornellà porque los peores pronósticos se habían cumplido. Su cuñada murió en la catástrofe; sin embargo, sus dos hijas se salvaron. En un principio se temió lo peor. Al final el mal ha sido menor. Su hija tenía el 90% posibilidades de que le amputaran la pierna, pero los médicos han logrado salvar la extremidad. La chica no se acuerda de nada y, según su padre, pregunta todo el tiempo por su tía. «Tememos su reacción porque se criaron juntas de pequeñas y eso nos tiene preocupados», relató.
Pese a las escenas vividas ante la sede del Instituto de Medicina Legal, los miembros del Servicio de Asistencia Psicológica señalan que los allegados están llevando el drama con una entereza fuera de lo común. Eso sí, auguran que los próximos días serán los «más duros». «Les ofrecemos acompañamiento en el dolor y todo lo que está en nuestras manos, incluso comida», relata Lourdes Izquierdo, de la oficina de atención a las víctimas.
Además de los 13 fallecidos, todos jóvenes entre 17 y 39 años, el accidente causó numerosos heridos, diez de los cuales permanecían, al cierre de esta edición, ingresados en diversos hospitales barceloneses. De ellos, seis han pasado ya a planta, mientras cuatro continuaban en la UCI. Todos están identificados y acompañados por sus familiares, según explicó la consejera de Salud de la Generalitat, Marina Geli. Tres heridos siguen en estado crítico, especialmente la joven de 25 años del Hospital de Bellvitge que permanece sedada. Otros jóvenes tienen diagnóstico grave, y cinco pasaron ayer de graves a leves.
Resultados de la investigación
El Gobierno anunció que informará al Parlamento de las conclusiones a la que llegue la investigación del Ministerio de Fomento sobre el accidente ferroviario de Castelldefels. María Teresa Fernández de la Vega indicó ayer que su intención es actuar «con total transparencia», y se negó a adelantar las posibles causas de la tragedia, si bien se sumó a la idea más extendida de que «pudo haber habido una imprudencia» por parte de las personas que cruzaron las vías.
En la actualidad, hay dos investigaciones en marcha la que abrió el departamento que dirige José Blanco, y que lleva a cabo la comisión de siniestros ferroviarios, y la del juzgado de Gavá. Fernández de la Vega pidió no hacer «valoraciones precipitadas» sobre las causas de la tragedia hasta tener «todos los datos» de lo que ocurrió la noche de San Juan.
La prudencia de la vicepresidenta contrastó con la rotundidad con que el titular de Fomento volvió a ratificarse en que «la única causa» de la tragedia fue la «imprudencia» de las personas. Blanco indicó que las condiciones de seguridad eran las adecuadas.