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Tan antigua como Doña Blanca

El equipo de arqueólogos de El Cerro de El Castillo pide un nuevo proyecto de excavación para ahondar en los descubrimientos Los hallazgos en el yacimiento de Chiclana cierran el triángulo de la ocupación fenicia en Cádiz

DANIEL PÉREZ
CHICLANA.Actualizado:

Tres mil años de civilización continuada. El Cerro de El Castillo, en Chiclana -el yacimiento que los arqueólogos se toparon por casualidad cuando buscaban el primer cementerio de las iglesias de San Juan Bautista y San Martín- se ha convertido en el vértice fundamental del triángulo de la ocupación fenicia en la provincia, que cierran Cádiz y Doña Blanca. El motivo está claro: aunque los hallazgos son contundentes, el equipo de investigadores que trabaja en la zona desde 2006 está convencido de que el solar aún esconde muchos secretos, algunos de los cuales podrían arrojar luz sobre uno de los periodos más oscuros de la historia provincial.

El descubrimiento de un importante asentamiento fenicio, confirmado en 2007, implicó retroceder en los orígenes de la localidad en más de 2.000 años e incluirla en el selecto grupo de ciudades trimilenarias de la Bahía. En una segunda fase de las excavaciones, desarrolladas a finales del pasado año, se constató que la ocupación, desde entonces, ha sido una constante. Además, «el volumen de piezas encontradas -unas 15.000- nos hace pensar que ha sido un hábitat de cierta entidad».

«Tiene su lógica, sobre todo si atendemos a la posición estratégica que toma el yacimiento». El solar se localiza en pleno casco urbano, al sur de la iglesia de San Juan Bautista, y ocupa, aproximadamente, unos 4.000 metros cuadrados. Los hallazgos fenicios se sitúan en la parte alta del cerro, hoy escondido entre las ocupaciones modernas, pero que sin duda fue preponderante en la paleografía antigua. «Lo que hemos encontrado hasta el momento apunta a que el asentamiento se extendería por todo el cerro, y descendería hasta la ladera del río Iro». El mismo hidrónimo «resulta esclarecedor, porque 'Ir' es un término de raíz indoeuropea, lo cual nos indica el origen prerromano del término».

Un muro en la nave

En esta segunda etapa, los hallazgos más significativos se ciñen a materiales que actualmente están en fase de estudio (cerámicas, ánforas, vasijas, tinajas, jarras, cuencos, platos) y, sobre todo, a «restos dispersos de estructuras de murallas y otras construcciones», que podrían pertenecer a «estancias adscritas a una ciudad fenicia del siglo VII a. C».

Los zócalos, el pavimento y la estratigrafía de los muros «nos hacen pensar en esa antigüedad, aunque lo que de verdad nos gustaría es poder excavar hasta los propios cimientos, ya que en muchos casos los hallazgos están casi destruidos por construcciones posteriores». Mención aparte merece la intervención en la nave municipal, también situada en los aledaños del cerro, que ha centrado los últimos trabajos de excavación. «Hemos localizado un muro de piedras calizas, similares en tamaño y unidas con arcilla, que creemos que puede datarse entre los siglos VI-V a. C.» Aunque la estructura presenta buen aspecto, a pesar de las agresiones sufridas por actuaciones posteriores, «no hemos podido cerrar su cronología, ya que temíamos que los trabajos pudieran afectar a los cimientos de las casas que lindan con la nave».

Para los arqueólogos resultaría fundamental «poder ahondar en esta parte del yacimiento, ya que estamos seguros de que la base del muro podría darnos algunas claves importantes».

Lo cierto es que los restos constructivos hallados permiten hablar de un concepto de urbanismo muy avanzado para la época de la que hablamos, sin parangón en la provincia. Las técnicas empleadas, la racionalización y ordenación del espacio, así como la funcionalidad de algunos de los elementos, nos hablan «de la existencia de una ciudad en toda regla». «Para tener, al menos, la posibilidad de encontrar estructuras asociadas a las urbes fenicias, como templos, es necesario que los organismos implicados sean conscientes de la necesidad de seguir excavando. Nosotros no hemos dejado de trabajar en los últimos meses, aunque fuera gratis».