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ESPAÑA

«He visto cosas tan horribles que no las olvidaré en toda mi vida»

Hasta los bomberos que acudieron a asistir a las víctimas a la estación necesitaron de asistencia psicológica

CRISTIAN REINO
CASTELLDEFELS.Actualizado:

Decenas de flores cubrían ayer las vías del tren en las que perdieron la vida 12 jóvenes durante la noche de San Juan. Durante el día, los operarios se esforzaban en limpiar el escenario dantesco que se vivió por la noche y que los que lo presenciaron de cerca difícilmente olvidarán. «La euforia de la fiesta llevó a mucha gente a pasar por las vías del tren. El tren pitó, pero no dio tiempo a nada y luego vino lo peor. El pánico y el desconcierto invadieron la estación», relató Candy Rocío Carmona.

El impacto fue tan brutal que los cuerpos salieron despedidos. Troncos, extremidades y restos quedaron esparcidos. «Hemos empezado a ver los trozos de cuerpos y ha sido impresionante. Había mucha gente histérica, chillando para localizar a sus amigos y familiares», señaló Genis Gil. A Jorge Paz el accidente le pilló en el paso subterráneo. «Cuando yo estaba por debajo escuché el ruido del choque y creí que eran petardos, cuando en realidad era la gente que salía disparada», dijo.

Por tres segundos

El relato de John García era desgarrador. «Me he salvado por tres segundos. Fue subir al andén y justo pasó el tren. Ni siquiera sonó el silbato antes de que llegara. Era terrible, volaban cuerpos por todas partes. He visto cosas tan horribles que no las olvidaré en toda mi vida. Detrás de mí, el tren se llevó a muchos chavales por delante».

La empleada de una tienda de ultramarinos ubicada junto a la estación contó que uno de sus compañeros, presente en el momento del accidente, no pudo ir a trabajar ayer por el estado de shock en el que se encontraba después de lo que había visto, sobre todo la brutal escena de los trozos de cadáveres desperdigados por el suelo. Incluso ella, que no lo había visto, pero se lo habían contado con todo tipo de detalles, mantenía horas después la cara de miedo. Como las que se pudieron ver en los numerosos vídeos domésticos que circularon durante el día por la Red que mostraron rostros presos del pánico.

«¡Cuidado, que viene el tren!», gritó alguien, según los testigos. Algunos tuvieron tiempo de salvarse, otros, no. «Hemos cruzado y les ha pillado. He visto cómo ha explotado la gente delante de mí, la sangre, las piernas, todo», relató otro de los afortunados que salió ileso.

No era para menos; el tren 'Euromed Alaris' causante del accidente, que circulaba a 139 kilómetros por hora y que sólo pudo detenerse un kilómetro más allá del punto de embestida, quedó seriamente dañado en su parte delantera por el fuerte impacto. Los desperfectos en la carrocería del convoy daban una ida de la dimensión real del choque.

Los bomberos y los forenses estuvieron hasta bien entrada la mañana recuperando restos de los cadáveres, casi todos en muy mal estado y mutilados por el tremendo impacto. A mediodía, la sangre aún era visible en el suelo y en el vallado de la estación. Cientos de vecinos y curiosos, más de uno lloroso, todavía se echaban las manos a la cabeza mientras trataban de explicar, desde lo alto del paso elevado, cómo había sido el accidente.

Años de experiencia

Albert Vilanova, el jefe del operativo de los Bomberos, señaló que a pesar de que buena parte de los agentes acumulan años de experiencia, muchos de los que intervinieron en las labores de rescate le explicaron que se encontraron con lo que no habían visto nunca y que incluso necesitaron atención psicológica. «Es un tipo de accidente particular por el estado en el que quedan los cuerpos y porque hay muchos», explicó. «Cuando son muchas personas es de una tragedia tremenda», remató.

No es lo mismo, añadió el jefe de Bomberos, cuando sólo se trata de una víctima. Es el caso de hace un año, cuando en el mismo apeadero una joven de 19 años murió atropellada. Perdió la vida de la misma forma que las 12 personas fallecidas el miércoles: cuando cruzaba de forma indebida las vías pese a que entonces el paso elevado estaba habilitado.