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Mariano Rajoy, en el Foro Económico celebrado ayer en el PP. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy pactaría todo menos «los disparates de Zapatero»

El PP negociará con el Ejecutivo la nueva política energética, tras recibir garantías de que no subirá el precio de la electricidad

ANTONIO MONTILLA
MADRID.Actualizado:

«Cada día tiene su afán». Mariano Rajoy ilustró ayer con este refrán el aparente cambio de registro de un PP que, en menos de 24 horas, ha pasado de pedir la cabeza política de José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó el miércoles en el Congreso de perjudicar a España con sus constantes «bandazos», a cerrar ayer un principio de acuerdo para reformar la política energética.

Los populares, sin embargo, mantienen su posición de ataque. El paréntesis energético obedece a la oferta de pactos que el presidente del Gobierno realizó a Mariano Rajoy a principios del actual periodo de sesiones. La cuestión había quedado relegada a un segundo plano, ante el calibre del plan de ajuste para reducir el déficit y por la trascendencia de la reforma laboral. Contaba, además, con un imponderable: la negativa del PP a negociar cualquier cambio en la estrategia energética si se incrementaba el precio de la electricidad a ciudadanos y empresas.

El anuncio del ministro de Industria, Miguel Sebastián, arropado por Cristóbal Montoro, responsable económico del PP, de que no se incrementará el recibo de luz permite a Rajoy retomar esta cuestión clave. Su objetivo es lograr una política energética que perdure en el tiempo y que ponga fin «a los prejuicios económicos, que sea barata para los españoles y que permita competir a nuestras empresas». El presidente popular, tras entrevistarse con expertos económicos nacionales e internacionales en un foro del PP, advirtió de que su intención es hablar con el Gobierno de energías renovables, de las primas y de las centrales nucleares, entre otras cuestiones. Las reuniones comenzarán este mismo mes y los populares enviarán a una delegación compuesta por su equipo económico, es decir, Montoro, Fátima Bañez y Álvaro Nadal.

Pésimo servicio

Preguntado Rajoy sobre si con este acercamiento se abría la puerta a nuevos pactos, tras los otros intentos fallidos en economía -con el rechazo a las medidas de los acuerdos de Zurbano- y en educación. El jefe del principal partido de la oposición se mantuvo en su carril y, en cierta manera, utilizó su respuesta a modo de contraréplica a los reproches que le dedicó la víspera Rodríguez Zapatero durante la sesión al control, cuando le acusó de «no mojarse» en la defensa de los problemas de España.

Rajoy insistió en que los dos últimos años «se han hecho muchos disparates que nos han llevado a la situación en la que estamos y que si el PP hubiera sido cómplice de estos disparates habríamos hecho un pésimo servicio a nuestra nación».

El máximo dirigente popular se afianzó en su tesis de que, pese a las presiones externas, rebatirá cualquier medida que considere inoportuna. En el apartado de «disparates» situó una reforma laboral con la que «nadie está de acuerdo ni sindicatos ni patronal ni ningún grupo de la oposición» o la congelación de las pensiones.