Los 'bleus' se esconden de las iras de la afición francesa en su regreso a casa

Los jugadores de Francia llegaron ayer a París y optaron por esconderse de la prensa y los aficionados que les aguardaban en el aeropuerto 'Le Bourget' de la capital gala. Protegidos por los gendarmes, que formaron un cinturón de seguridad, los 'bleus' se escabulleron entre autobuses y vehículos de emergencia y declinaron hacer declaraciones.

Algunos de los jugadores cogieron un 'jet' privado y abandonaron de inmediato el aeropuerto. Ribery, según medios locales, partió rumbo a Múnich, mientras que los integrantes del Olympique hicieron lo mismo con destino a Lyon. Malouda, extremo del Chelsea, se fue ya el miércoles a Londres y el resto de los expedicionarios fueron trasladados en dos autobuses y escoltados por la Policía hasta la salida VIP de 'Le Bourget'. Los aficionados se quedaron con ganas de ver a los 'bleus' y de, por lo menos, reprocharles sus malas formas en la cita de Sudáfrica.

Henry visita a Sarkozy

En medio de la desbandada general, con vacaciones de por medio, un coche oficial se acercó al aeródromo y recogió a Thierry Henry para trasladarle al Palacio del Elíseo, donde se reunió con el presidente de la república, Nicolás Sarkozy, sin que hayan trascendido los detalles de la cita.

La reunión se celebró ayer en el Elíseo y, tal y como estaba previsto, el contenido de la conversación no salió a la luz. Lo que se sí sabe es que el presidente exigió que se depuraran las «responsabilidades» por el fracaso de la selección y ordenó a sus ministros que no paguen primas a los jugadores, además de anunciar un «proyecto de renovación» del fútbol francés con vistas a la Eurocopa de 2012.