Estampa típica

Hace unos días fuimos a Sevilla para dar un paseo y no alejar el contacto con esta hermosa ciudad tan querida para mi mujer y para mí por varias razones, entre ellas, porque fuimos sus vecinos durante algún tiempo. Esta vez pude fijarme en la estampa típica que me ofrecía la plaza del Triunfo, imagen que había visto infinidad de veces, pero que hasta ese momento no me sugirió pensar en un cuadro muy parecido que desapareció de Cádiz. En el Paseo de Canalejas (hoy Avenida del Puerto), entre los jardines y el edificio de El Fénix, existía una parada de coches de caballos (calesas o berlinas), último emplazamiento del empobrecido gremio de «cocheros», después de haber cambiado de lugar varias veces por ser considerado foco contaminante debido a las necesidades fisiológicas de los animales tractores de las calesas. Fue hacia los años 80 cuando desaparecen del panorama típico de nuestra bella ciudad. Sevilla, ciudad turística por excelencia, conserva la tradición de los recursos típicos para resultar grato al visitante foráneo o turista extranjero y entre ellos los coches de caballos con sus inconvenientes parciales para sus ciudadanos, pero que con unanimidad y sacrificio aceptan por contribuir al encanto y belleza de la ciudad. Lo hasta aquí expuesto me sugiere la pregunta: ¿por qué en Cádiz no ocurre lo mismo?, ¿no es Cádiz una ciudad atractiva para todo el mundo? ¡Siempre lo ha sido! Y pasear en calesa, una de sus atracciones más llamativas junto con las freidurías, donde como final del divertimento, se saboreaba una variedad de pescado capturado en las inmediaciones de nuestra hermosa bahía. Por eso pienso que el haber eliminado ese medio de transporte único por su encanto ha sido un error de todos, que no tiene justificación suficiente y que quien corresponda debería estudiar la posibilidad de restablecerlo con ayuda económica si fuera preciso. Esos valores pintorescos costumbristas no van contra los avances tecnológicos, ni de la evolución de las buenas costumbres ciudadanas.