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Sigue la 'guerra fría' con Aragonés

Del Bosque insinuó que el ex-seleccionador español también utilizó extremos antes de dar con su esquema

JULIÁN ÁVILA
POTCHEFSTROOM.Actualizado:

«No me he alejado del modelo anterior. Me gusta gente como Cesc, Silva, Iniesta, Xavi... En el fútbol no existe el modelo único. Y no se trata de enmendar la plana a nadie. Es actuar con sentido común. Detalles del pasado que si escarbara un poquito encontraríamos situaciones parecidas a ésta. Seguro que hay cuestiones en el pasado parecidas, que seguro que han existido. No estoy enmendando la plana a nadie, es actuar con un gran sentido común», señaló Del Bosque con voz incisiva.

Una reflexión con pólvora.. Recordatorio para los olvidadizos que ahora pretenden crucificarle porque puso a Navas ante Honduras por Iniesta. Un extremo por un interior. Una pieza para abrir el campo por uno de los exponentes del archiconocido 'tiqui taca'. La andanada iba dirigida para Luis Aragonés y para los que pregonan la traición al sistema. Se refería Del Bosque a que el ex seleccionador utilizó varios perfiles de jugadores hasta que dio con la tecla.

Hasta que España levantó la Copa en el Prater, el entonces seleccionador buceó en la camada y en la pizarra. Extremos, interiores, medias puntas y delanteros. Joaquín, Vicente, Reyes, Luque, Luis García... De la Peña, Cesc... Tamudo, Morientes, Villa... Pruebas, con un Mundial de por medio, que acabaron en un modelo casi por accidente. Fue en Aarhus (Dinamarca), cuando lesionados Villa y Torres tuvo que jugar Tamudo como único punta y los 'pequeños' (Cesc, Xavi, Iniesta, apoyados por Joaquín en la banda derecha) tomaron las riendas en un partido a vida o muerte para disputar la Eurocopa. Se ganó por 1-3, con un gol de Sergio Ramos de más de treinta toques.

Ahí fraguó la idea que después tomó forma sin extremos y con Silva. El famoso 4-4-4-1, con Torres como único punta y con Villa incrustado entre los medios más ofensivos. Hoy, la herencia levanta ampollas. Es la 'guerra fría' de los banquillos.