...ni para casarse
CÁDIZ.Actualizado:Lo uno es consecuencia directa de lo otro. Los gaditanos siguen siendo tradicionales y la mayoría prefiere pasar por el altar antes de tener un hijo. A lo largo del año pasado se casaron un millar de parejas menos que en 2008 en toda la provincia. Unas 4.599, lo que supone una caída del 17,8%, según los datos del Instituto de Estadísticas de Andalucía. Las causas de tal descalabro son predecibles: que el banco no concede hipotecas para comprar el pisito, que no hay dinero para el banquete, que los regalos son cortitos y no queda para el viaje de novios, que para casarse de esa manera, mejor esperar un año más.
Todo parece ligado a lo mismo. La familia se pospone como proyecto de futuro a desarrollar cuando se anime la economía. En tiempos de lluvias mejor no hacer mudanzas y a ese proverbio parecen hacer caso todas las parejas, tanto en Andalucía como en el resto de España. En este caso el descalabro ha sido del 16% y del 10,8%, respectivamente.
Pero en la estadística aparece un dato positivo: los único que aumentan son los matrimonios entre personas del mismo sexo. En la provincia se formalizaron 57, seis más que el año anterior. Tal vez la fama de liberal que la precede o lo que su historia representa sea motivo de que muchas parejas homosexuales elijan Cádiz para sellar su unión. Ese mismo incremento también se dejó notar en el resto del país, con un total de 3.412 bodas gays, la mayoría entre hombres.
La doctora en Sociología de la Universidad de Cádiz, Gema González, considera que el descenso de la natalidad no ha sido una consecuencia tan directa de la crisis como el descalabro de los matrimonios. En este caso, asegura que «las uniones sí tienen más que ver con una cuestión económica».
Y con la población inmigrante ha ocurrido algo parecido, llegando a asumir las costumbres culturales del país de residencia. Precisamente ellos han sido los principales afectados, con una destrucción masiva de sus puestos de trabajo, centrados en la construcción y la hostelería.