«Se acabó iluminar iglesias con presupuestos turísticos»
Manuel González Piñero Delegado provincial de Turismo, Comercio y DeporteEl nuevo delegado de la Junta llega con el reto de gestionar en tiempos de 'tijeretazo' y de vender el destino según las normas que dicta Internet
Actualizado:Aterrizó hace apenas un mes en la delegación de Turismo, Comercio y Deporte después de catorce años de gestión del Patronato Provincial de Turismo, pero Manuel González Piñero ya tiene una idea clara de cuáles serán sus objetivos en esta nueva etapa: gestionar y vender.
-¿Es usted un delegado de transición hasta las próximas elecciones?
-No me gusta hablar de tiempos. Cuando entré en política en 1979 no me lo planteé así, y ahora tampoco.
-Tras el visto bueno a la construcción turística en Mangueta, en Vejer, y el nuevo decreto de los campos de golf, ¿se puede decir que la Junta está abriendo la mano a los pocos inversores que quedan?
-Yo no lo enfocaría así. En el caso de Mangueta lo que se ha hecho es proteger la costa hasta 500 metros. Y si me hablas de los trámites para la apertura de campos de golf, se ha dicho al inversor, que aún se atreva a proyectar una de estas instalaciones deportivas, que cumpla todos los pasos previos y que después pida el impacto medioambiental. Hay que tener en cuenta que los campos de golf los aprueba el Consejo de Gobierno, donde están incluidas Medio Ambiente y Urbanismo. Si están las consejerías implicadas en el proceso, ¿para qué atrasarlo con un trámite que se puede pedir después? Respecto a que estén sujetos a los planes subregionales de urbanismo, habría que plantearse cuando se habla de la prohibición de aumentar la población en más de un 30% a qué cifras se hace referencia. Como decía el alcalde de Alcalá, Arsenio Cordero, ¿nos referimos a la población que emigró en los años 60 a Cádiz para trabajar o de la que tenemos ahora?
-¿Qué ocurrirá ahora con las Iniciativas de Turismo Sostenible y el proyecto de promoción turística vinculado al Doce?
-Pues que habrá que replantearse qué es realmente turístico. Valoro muy positivamente el trabajo de los técnicos pero habrá que analizar qué se puede ajustar a nuestro sector. Hemos tenido ejercicios económicos muy buenos y se han incluido partidas en proyectos turísticos que incluían una rampa, la restauración de una fachada, de un monumentos... Y no digo que eso esté mal, sólo que a partir de ahora habrá que ajustarse a lo que tenemos y primar proyectos como la Comunidad Virtual, que es un nuevo espacio en el promocionar y vender nuestros productos turísticos. Vender es la clave.
-¿Qué pasará entonces con actuaciones como el centro de interpretación turística en Villamartín?
-Yo también he sido concejal y no lo ha habido más pedigüeño que yo. Monté el Festival Iberoamericano de Teatro sin presupuesto. Pero ahora habrá que analizar muy bien si las actuaciones se ajustan a nuestro objetivo. Se acabó iluminar iglesias con presupuesto turístico, para que me entiendas. Tanto en Turismo, como en Deporte, como en Comercio ha llegado la hora de que gestionemos las infraestructuras que ya tenemos.
-¿Esto significa que el Plan Estratégico de Turismo del Doce, en el que estaba incluido El Cádiz de las Américas, sufrirá recortes?
-Más bien estamos buscando otras consejerías que colaboren en la financiación. Lo importante es que se haga.
-¿Dónde quedó la famosa lucha para acabar con la estacionalidad turística?
-Vamos a procurar recuperar aquellas temporadas altas espléndidas, que ya es bastante. De todas formas, la Administración no puede obligar a un empresario a abrir su negocio, sobre todo, cuando pierde dinero. Esto es así. Y cierra en invierno bajo la figura legal de los contratos fijos discontinuos. Como dice Antonio Real, representante los hoteleros gaditanos, hay que cuidar la oferta complementaria (como la gastronomía) para que crezca el destino turístico.
-¿Qué tal si hablamos entonces de la vieja reivindicación de los empresarios a la Junta de fomentar las conexiones aéreas con Jerez?
-Esa es otra guerra difícil de librar. Podemos hacer dos cosas, o bien subvencionar vuelos, como hacen en otros sitios, y crear un destino ficticio, al que la gente no va si no le cuesta el billete diez euros; o crear un destino tan atractivo que genere posibilidad de negocio y llame la atención a las aerolíneas. Éste es el caso de Air Nostrum, que hace la conexión Jerez-Bilbao sin negociar con nadie, porque ve que hay futuro. Lo mejor es hacerlo como con los turistas finlandeses y ahora con los checos. Cuidándolos mucho para que vengan, en principio, por el aeropuerto de Málaga y después por el de Jerez.