Chile rompe el muro suizo
El recital tarjetero del colegiado saudí Ghamdi impedirá a Bielsa contar ante España con Carmona y Mati Fernández
PORT ELIZABETH.Actualizado:En un Mundial que palidece entre planteamientos ultradefensivos, el ideario táctico con que Marcelo Bielsa ha impregnado la pizarra chilena quizá sea la mejor noticia que nos ha ofrecido Sudáfrica hasta el momento. Aunque con su victoria frente a Suiza por la mínima, Chile demostrara que sufre demasiado cuando sin balón, y se pierde en el fútbol vertical.
Quizá conocedores de sus propias miserias, en la primera mitad, los americanos salieron a presionar desde el principio con un Matías Fernández 'hipervitaminado', que a golpe de carácter busca recuperar un apodo -Matigol- perdido la pasada temporada en el Sporting de Lisboa.
Ya a los diez minutos, primero Vidal, y luego el propio Fernández, hacían lucirse a Benaglio. Sin embargo, fue un invitado inesperado, el arbitró Al Ghamdi, quien a golpe de tarjeta lograba finalmente cercenar el juego de los de Bielsa. El saudí, lamentable durante todo el encuentro, expulsaba a la media hora al suizo Behrami tras un codazo inexistente a Vidal. Poco antes, era el chileno Carmona quien veía, esta vez de forma justa, una de las nueve cartulinas de amonestación que repartió sobre el césped.
Esa tarjeta supuso una buenísima noticia para los intereses de España, porque el de la Reggina -verdadero motor de los chilenos- no podrá jugar el tercer partido por sanción. Una circunstancia similar a la de 'Matigol', amonestado en la segunda parte. Dos bajas, esenciales en el combinado chileno. Mención aparte merece Alexis Sánchez. El del Udinese desquició durante todo el partido a Ziegler e, incluso, perforó en una ocasión la meta de Benaglio. Aunque su gol fue anulado por fuera de juego. Su próxima víctima podría ser Capdevila.
Porque en esta Chile se acabaron las estrellas. Ese halo de misticismo que rodeaba a la selección de Francia'98, de la que sólo es posible recordar a Zamorano y Salas. Con gregarios de lujo como el 'chupete' Suazo -que, si nadie lo impide, la próxima temporada regresará al Monterrey mexicano- o el delantero Beausejour, el combinado de Bielsa apuesta por un fútbol destinado a convertir en estrella al cancerbero rival. En el caso de Suiza, no era para menos. Porque con su actuación de ayer, Benaglio batió el récord de imbatibilidad que ostentaba Italia en un Mundial (550 minutos). Y hubieran sido más, si no fuera por la fe del lateral Paredes, que cuando el partido ya agonizaba, logró poner un centro para que Mark González cabeceara libre de marca.