El árbitro perdona la expulsión al goleador

Quedaban cinco minutos para el final de la primera parte. España se disponía a sacar un córner. De repente, David Villa, en el área pequeña, propina un manotazo a Izaguirre. Con el reglamento en la mano, el árbitro nipón, que en la primera mitad se 'comió' varios penaltis a favor de 'La Roja', debería haber expulsado al asturiano, pero ni siquiera le sacó amarilla. En las imágenes se observa al goleador -los dos primeros de España en el Mundial, el mismo que abrió la cuenta en la Eurocopa con un 'hat-trick' frente a Rusia- recriminar a su rival. «No me pises», le dice. Y a continuación, le suelta un manotazo, que hace caer al suelo al centroamericano, varios segundos después del impacto.