Bares y restaurantes de la provincia se aferran al tabaco para poder sobrevivir

El endurecimiento de la Ley Antitabaco sigue quitándole el sueño a los hosteleros. Podrán vender cigarrillos en los dispensadores, pero no se permitirá fumar en el interior de los locales, sólo en las terrazas y al aire libre. La federación provincial del sector, Horeca, alertó ayer del riesgo que eso conlleva, dada la situación actual. Justo hoy se votará en el Congreso la proposición de ley, que de salir adelante, entrará en vigor el próximo 1 de enero.

Su presidente, Antonio de María Ceballos, lamentó que el Gobierno haya decidido aplicar esta medida tan dura justo ahora. «En ningún momento se han planteado hacerlo de manera progresiva o al menos aprovechar los locales que ya están adaptados». El responsable hostelero volvió a reprochar al Ministerio que «sacara una ley para cambiarla en apenas cinco años». Eso ha supuesto para muchos propietarios un desembolso grande para adaptar sus restaurantes que aún no han rentabilizado.

Antonio de María resaltó la situación de la provincia, duramente castigada por el paro, donde el consumo que se puede resentir aún más.

También criticó que España se vaya a sumar a los tres países europeos que hacen una prohibición radical, según un estudio que han presentado a la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez. «Sólo Reino Unido, Irlanda y Chipre tienen una legislación parecida, el resto es más flexible, siempre mirando por el bien de los no fumadores», recalcó.

Por eso mismo, instó al Ministerio a tomar en consideración las opiniones de los hosteleros y replantear una fórmula «para que se vayan ampliando progresivamente los espacios sin humos».